Masculinos
![Imagen](/uploads/8/0/0/6/80064202/published/tumblr-poke3b7hkn1xseqzio1-r1-1280.jpg?1614162534)
NOMBRE: Elio Hoffman.
EDAD: 27 años.
ESPECIE: Semidiós griego; hijo de Nyx.
OCUPACIÓN: Dueño de la guardería.
HISTORIA: La historia de este semidiós es trágica cuanto menos.
Para contarla desde el principio, deberíamos remontarnos a hablar en primer lugar de su padre. Jason Hoffman estaba casado desde hacia unos cinco años aproximadamente. El matrimonio de este se había ido apagando con los años, el motivo principal era que este y su mujer, en la búsqueda continua de hijos, no habían podido concebir.
Eran discusiones tras discusiones. Infidelidades tras infidelidades. Quién iba a decirle a Jason que una de las mujeres con las que tendría una aventura seria Nyx, la diosa de la noche.
A los nueve meses, esta dejó a su hijo en manos de su padre y la esposa de este. Claramente Elio no fue bien recibido por la esposa de este.
Aunque afortunadamente, a los años esta pudo concebir, convirtiéndose asi Elio en un hermano orgulloso y repleto de amor. Cierto era que esta le recordaba dia a dia con su odio que no era su hijo biológico, pero Elio no podía culparla tampoco. Aún asi, este trataba a sus medios hermanos como si fueran de su propia sangre.
A los quince años, Jason perdió su trabajo, quedando totalmente desempleado. Desgraciadamente, se metió en negocios bastante turbios e ilegales para sacar su familia adelante.
Fue por aquel entonces cuando para ayudar a su familia, Elio comenzó a dar usos a sus poderes. Al ser hijo de la diosa de la noche, el chico podía camuflarse perfectamente en la oscuridad, siendo durante las noches una simple sombra. Usando ese poder, el chico aprovechaba para robar en las casas de los habitantes de mas alto standing de su ciudad, Toronto.
Asi hasta que cumplió los 17. Este habia seguido llevando dinero a casa, y ni Jason ni su esposa le hacian preguntas, simplemente aceptaban el dinero. Pero su padre seguía cada vez mas endeudado debido a aquellos fraudes en los que se había metido.
Una de las noches en las que este volvía a casa, encontró un gran revuelo en su calle.
Su casa habia salido ardiendo, y en la puerta, su madrastra gritaba agonizante. Esta había vuelto del turno nocturno que habia conseguido en un pub de la ciudad, y al llegar, la casa estaba en llamas.
Habían sido los mafiosos a los que su padre les debía dinero. Seguramente hayan pretendido asustarle, pero no imaginarian que la situación se descontrolaria tanto y que acabarían calcinando a Jason. A Jason y a sus dos hijos.
Elio, paralizado observaba como su casa se hacía cenizas, y su madrastra, presa de la tragedia y tristeza, le gritaba que todo aquello habia sido su culpa, que habia sido él quien habia asesinado a sus hermanos.
Desde aquel entonces, Elio ha estado vagando de un sitio a otro hasta llegar a la ciudad, donde ahora ha conseguido un negocio alejado de las ilegalidades que conllevaba el robar.
CURIOSIDADES:
-Elio está maldito por la diosa Atenea. Esta le maldijo con tener un contacto letal. A cualquier persona que toque le irá absorbiendo poco a poco su energía vital, por eso siempre lleva unos guantes negros puesto, y cuando no los lleva, procuraría alejarse en todo momento de las personas. Nunca le ha contado nada a nadie sobre su maldición, por lo que corren todo tipos de rumores sobre el porque de los guantes. Como de que tiene las manos deformadas por cicatrices de un incendio, a que le da repugnancia el contacto humano.
-A pesar de no haberse criado en una familia con alto poder económico, el chico es todo un portento en la música. Ha llegado a aprender a tocar por su cuenta cinco instrumentos. Para él una guitarra que consiguió en un rastrillo es su tesoro mas preciado.
–Es bastante bueno con los números. En el colegio solía sacar matrículas en todas las asignaturas de ciencias.
FC: Giancarlo Commare.
ESTADO: OCUPADO.
EDAD: 27 años.
ESPECIE: Semidiós griego; hijo de Nyx.
OCUPACIÓN: Dueño de la guardería.
HISTORIA: La historia de este semidiós es trágica cuanto menos.
Para contarla desde el principio, deberíamos remontarnos a hablar en primer lugar de su padre. Jason Hoffman estaba casado desde hacia unos cinco años aproximadamente. El matrimonio de este se había ido apagando con los años, el motivo principal era que este y su mujer, en la búsqueda continua de hijos, no habían podido concebir.
Eran discusiones tras discusiones. Infidelidades tras infidelidades. Quién iba a decirle a Jason que una de las mujeres con las que tendría una aventura seria Nyx, la diosa de la noche.
A los nueve meses, esta dejó a su hijo en manos de su padre y la esposa de este. Claramente Elio no fue bien recibido por la esposa de este.
Aunque afortunadamente, a los años esta pudo concebir, convirtiéndose asi Elio en un hermano orgulloso y repleto de amor. Cierto era que esta le recordaba dia a dia con su odio que no era su hijo biológico, pero Elio no podía culparla tampoco. Aún asi, este trataba a sus medios hermanos como si fueran de su propia sangre.
A los quince años, Jason perdió su trabajo, quedando totalmente desempleado. Desgraciadamente, se metió en negocios bastante turbios e ilegales para sacar su familia adelante.
Fue por aquel entonces cuando para ayudar a su familia, Elio comenzó a dar usos a sus poderes. Al ser hijo de la diosa de la noche, el chico podía camuflarse perfectamente en la oscuridad, siendo durante las noches una simple sombra. Usando ese poder, el chico aprovechaba para robar en las casas de los habitantes de mas alto standing de su ciudad, Toronto.
Asi hasta que cumplió los 17. Este habia seguido llevando dinero a casa, y ni Jason ni su esposa le hacian preguntas, simplemente aceptaban el dinero. Pero su padre seguía cada vez mas endeudado debido a aquellos fraudes en los que se había metido.
Una de las noches en las que este volvía a casa, encontró un gran revuelo en su calle.
Su casa habia salido ardiendo, y en la puerta, su madrastra gritaba agonizante. Esta había vuelto del turno nocturno que habia conseguido en un pub de la ciudad, y al llegar, la casa estaba en llamas.
Habían sido los mafiosos a los que su padre les debía dinero. Seguramente hayan pretendido asustarle, pero no imaginarian que la situación se descontrolaria tanto y que acabarían calcinando a Jason. A Jason y a sus dos hijos.
Elio, paralizado observaba como su casa se hacía cenizas, y su madrastra, presa de la tragedia y tristeza, le gritaba que todo aquello habia sido su culpa, que habia sido él quien habia asesinado a sus hermanos.
Desde aquel entonces, Elio ha estado vagando de un sitio a otro hasta llegar a la ciudad, donde ahora ha conseguido un negocio alejado de las ilegalidades que conllevaba el robar.
CURIOSIDADES:
-Elio está maldito por la diosa Atenea. Esta le maldijo con tener un contacto letal. A cualquier persona que toque le irá absorbiendo poco a poco su energía vital, por eso siempre lleva unos guantes negros puesto, y cuando no los lleva, procuraría alejarse en todo momento de las personas. Nunca le ha contado nada a nadie sobre su maldición, por lo que corren todo tipos de rumores sobre el porque de los guantes. Como de que tiene las manos deformadas por cicatrices de un incendio, a que le da repugnancia el contacto humano.
-A pesar de no haberse criado en una familia con alto poder económico, el chico es todo un portento en la música. Ha llegado a aprender a tocar por su cuenta cinco instrumentos. Para él una guitarra que consiguió en un rastrillo es su tesoro mas preciado.
–Es bastante bueno con los números. En el colegio solía sacar matrículas en todas las asignaturas de ciencias.
FC: Giancarlo Commare.
ESTADO: OCUPADO.
![Imagen](/uploads/8/0/0/6/80064202/published/yannick.jpg?1614162583)
NOMBRE: Yannick Wade Zeller.
EDAD: 30 años.
ESPECIE: Semidiós griego; hijo de Hades.
OCUPACIÓN: Fotógrafo, trabaja para el periódico.
HISTORIA: Yannick fue producto de una noche de sexo casual, no fue buscado ni tampoco tenía una familia que lo recibiera. Los autores fueron el mismísimo dios Hades que estaba de paso por la ciudad y una joven universitaria.
Un diecisiete de enero de mil novecientos ochenta y siete, nacía un bebé castaño en manos de una enfermera cuyo nombre se desconoce, en una precaria habitación de hospital en la ciudad de Toronto, Canadá.
Se llamaría Yannick. El nombre fue escogido por la enfermera de turno, ya que en ese momento, su madre no estaba en un sobrio estado como para seleccionar y, al fin y al cabo no le interesaba el futuro de esa pequeña persona que acogió en su vientre durante nueve dificultosos meses.
Su infancia fue realmente cruel. Su madre, despreocupada por el pequeño, deambulaba en búsqueda de un trabajo a media jornada con el que compaginar sus estudios y mantener a su hijo, dejando a Yannick con la primer persona que podía. Si no era su abuela, era una amiga, si no era alguna amiga, quien tuviese tiempo para él, y en caso de no encontrar a nadie, el pequeño se quedaba sólo en la casa. Hasta que echaron a su madre del piso que tenía alquilado por no pagar el alquiler.
Yannick paseó por varias casas, algunas acogedoras, otras no tanto. Siempre soportando la humillación por parte de aquellos hombres que hospedaban a su madre a cambio de algunas pocas horas de sexo al día. Así fue transitando arduamente su peculiar y lamentable infancia.
Hades fue consciente de la existencia de Yannick, ya que durante su estadía en el viaje, cuando se había producido el hecho, la muchacha lo buscó al enterarse de la noticia, ya que estaba segura que el bebé era suyo pero este por razones obvias no podía hacerse cargo del niño, es decir, su lugar estaba en el Inframundo.
Una vez llegada su pubertad, Yannick se mostraba un pequeño vulnerable, con rasgos de sufrimiento, algún hematoma petrificado en su cara por golpes recibidos, completamente resentido con su madre por haberle dado una infancia como tal. Aunque sin lugar a dudas este pequeño poseía un corazón enorme, y jamás se cansaba de buscar distintas formas para ayudar a su madre a salir de esa situación pero eso nunca pasó pue al cumplir quince años, la mujer falleció debido a una grave enfermedad que habría cogido por la falta de cuidados que su mala vida le brindaba.
Completamente solo en este mundo, Yannick se encontraba sobre la tumba de su madre, dejando que sus lágrimas cayeran sin cuidado humedeciendo su rostro, permitiendo que sus sollozos resonaran en el frío y desolado cementerio, que también se habría llevado sus pocas esperanzas de seguir adelante.
Su padre tras enterarse de la triste noticia, no dudó en ir a buscar a su hijo, y la imagen que esto le atribuyó, fue inexplicablemente desgarradora. Entonces, Hades hizo lo nunca esperado: se hizo cargo de su hijo. Claro que antes tuvo que decirle quien y qué era. Para su sorpresa, el joven no se lo tomó tan mal.
A Yannick no le faltaba alimento, vestimenta, ocio ni educación. Además de cubrir a la perfección sus necesidades básicas, poseía todo lo que cualquier adolescente anhelaba. Pero aun así su no hubo cariño por parte de Hades ni del joven. No podría perdonar a su padre por haberlo abandonado en aquellas condiciones durante tanto tiempo, y dejado que sufriera todo lo que afrontó en su corta vida. Su “nueva familia” ahora estaba compuesta por Hades, Perséfone y los hijos de estos: Macaria, Melínoe y Zagreo, este último terriblemente insoportable. Sin embargo, Yannick aprovechó cada oportunidad que su padre le brindó con respecto a educación y estudios, ya que sabía que era eso lo que le permitiría independizarse algún día.
Al principio decidió que lo mejor era centrarse en su futuro, ignorando la desastrosa familia que poseía ahora. De la noche a la mañana su vida había cambiado rotundamente y por ello, con el tiempo Yannick fue despertando secuelas de tan drástico cambio: sus notas no eran las mismas, ya no salía con sus amigos pues solo salía del Inframundo para ir al instituto y posteriormente a la universidad, su aspecto había desmejorado y sus ánimos no existían. A pesar de todo el esfuerzo que hizo para recomponer su vida, ésta, cada vez se hundía más, sentía como todo lo estaba consumiendo, sobre todo la guerra interior que sentía, por haberle brindado tantos años de su prematura vida a ayudar a alguien que jamás lo quiso y lo obligó a sufrir de aquella manera. Por su padre que todo ello lo permitió y lo quería arreglar con cosas materiales. La mente de Yannick estaba a punto de colapsar, y con ello contrajo una crisis que lo obligó a dejar atrás aquellos malos recuerdos, la mala vida que llevaba y el castillo de su padre.
Por primera vez, y ya con veintitrés años, graduado arduamente, decidió pensar en él mismo por primera vez.
Una noche decidido a irse, tomó parte de las riquezas del jardín de Perséfone. No se sintió muy preocupado por robar aquello ya que la diosa podría tener más flores llenas de piedras preciosas con un simple chasquido de dedos. Cargó lo necesario y se marchó de aquel lugar. Su destino fue cumplir el sueño que siempre tuvo escondido para sí en lo profundo de su interior, viajar, salir de ese despreciable lugar lleno de basura en donde tan mal lo había pasado toda su vida desde su nacimiento.
Vendió las joyas y usó el dinero para viajar de un sitio a otro, sin un destino fijo. De hecho, llegó a Heaven's Town casi por casualidad: viajaba en su coche cuando este se estropeó cerca de la ciudad y una cosa dio a otra, y al final se quedó.
Yannick es un joven bastante peculiar debido a su ardua historia de vida. Es un poco frío y desconfiado con la gente debido a su duro pasado. Posee también una intachable sonrisa que lleva gravaba en sus labios casi siempre, gracias a que esa ciudad se la devolvió al sacarlo de su profunda crisis depresiva. Ve las cosas desde un punto de vista diferente, ya que le ha tocado vivir dos lados muy distintos de la vida, y ello le ha enseñado a formar un duro carácter para defenderse ante cualquier cosa, está en un proceso de definir su personalidad, así que a veces tomará decisiones o acciones no muy correctas, además de dejarse llevar por la falta de límites. A pesar de ello Yannick, por dentro es un chaval muy frágil que necesita de bastante cariño para recomponerse, cosa que no le gusta demostrar.
CURIOSIDADES:
―Le gusta conservar su apariencia siempre presentable, y aunque tenga a algunas personas suspirando por él, nunca se las da de picaflor, pero su ego a veces resuena por las calles.
―Puede llegar a ser muy encantador y lograr atrapar la atención de casi cualquier persona si se lo propone.
FC: Nicholas Hoult.
ESTADO: LIBRE.
EDAD: 30 años.
ESPECIE: Semidiós griego; hijo de Hades.
OCUPACIÓN: Fotógrafo, trabaja para el periódico.
HISTORIA: Yannick fue producto de una noche de sexo casual, no fue buscado ni tampoco tenía una familia que lo recibiera. Los autores fueron el mismísimo dios Hades que estaba de paso por la ciudad y una joven universitaria.
Un diecisiete de enero de mil novecientos ochenta y siete, nacía un bebé castaño en manos de una enfermera cuyo nombre se desconoce, en una precaria habitación de hospital en la ciudad de Toronto, Canadá.
Se llamaría Yannick. El nombre fue escogido por la enfermera de turno, ya que en ese momento, su madre no estaba en un sobrio estado como para seleccionar y, al fin y al cabo no le interesaba el futuro de esa pequeña persona que acogió en su vientre durante nueve dificultosos meses.
Su infancia fue realmente cruel. Su madre, despreocupada por el pequeño, deambulaba en búsqueda de un trabajo a media jornada con el que compaginar sus estudios y mantener a su hijo, dejando a Yannick con la primer persona que podía. Si no era su abuela, era una amiga, si no era alguna amiga, quien tuviese tiempo para él, y en caso de no encontrar a nadie, el pequeño se quedaba sólo en la casa. Hasta que echaron a su madre del piso que tenía alquilado por no pagar el alquiler.
Yannick paseó por varias casas, algunas acogedoras, otras no tanto. Siempre soportando la humillación por parte de aquellos hombres que hospedaban a su madre a cambio de algunas pocas horas de sexo al día. Así fue transitando arduamente su peculiar y lamentable infancia.
Hades fue consciente de la existencia de Yannick, ya que durante su estadía en el viaje, cuando se había producido el hecho, la muchacha lo buscó al enterarse de la noticia, ya que estaba segura que el bebé era suyo pero este por razones obvias no podía hacerse cargo del niño, es decir, su lugar estaba en el Inframundo.
Una vez llegada su pubertad, Yannick se mostraba un pequeño vulnerable, con rasgos de sufrimiento, algún hematoma petrificado en su cara por golpes recibidos, completamente resentido con su madre por haberle dado una infancia como tal. Aunque sin lugar a dudas este pequeño poseía un corazón enorme, y jamás se cansaba de buscar distintas formas para ayudar a su madre a salir de esa situación pero eso nunca pasó pue al cumplir quince años, la mujer falleció debido a una grave enfermedad que habría cogido por la falta de cuidados que su mala vida le brindaba.
Completamente solo en este mundo, Yannick se encontraba sobre la tumba de su madre, dejando que sus lágrimas cayeran sin cuidado humedeciendo su rostro, permitiendo que sus sollozos resonaran en el frío y desolado cementerio, que también se habría llevado sus pocas esperanzas de seguir adelante.
Su padre tras enterarse de la triste noticia, no dudó en ir a buscar a su hijo, y la imagen que esto le atribuyó, fue inexplicablemente desgarradora. Entonces, Hades hizo lo nunca esperado: se hizo cargo de su hijo. Claro que antes tuvo que decirle quien y qué era. Para su sorpresa, el joven no se lo tomó tan mal.
A Yannick no le faltaba alimento, vestimenta, ocio ni educación. Además de cubrir a la perfección sus necesidades básicas, poseía todo lo que cualquier adolescente anhelaba. Pero aun así su no hubo cariño por parte de Hades ni del joven. No podría perdonar a su padre por haberlo abandonado en aquellas condiciones durante tanto tiempo, y dejado que sufriera todo lo que afrontó en su corta vida. Su “nueva familia” ahora estaba compuesta por Hades, Perséfone y los hijos de estos: Macaria, Melínoe y Zagreo, este último terriblemente insoportable. Sin embargo, Yannick aprovechó cada oportunidad que su padre le brindó con respecto a educación y estudios, ya que sabía que era eso lo que le permitiría independizarse algún día.
Al principio decidió que lo mejor era centrarse en su futuro, ignorando la desastrosa familia que poseía ahora. De la noche a la mañana su vida había cambiado rotundamente y por ello, con el tiempo Yannick fue despertando secuelas de tan drástico cambio: sus notas no eran las mismas, ya no salía con sus amigos pues solo salía del Inframundo para ir al instituto y posteriormente a la universidad, su aspecto había desmejorado y sus ánimos no existían. A pesar de todo el esfuerzo que hizo para recomponer su vida, ésta, cada vez se hundía más, sentía como todo lo estaba consumiendo, sobre todo la guerra interior que sentía, por haberle brindado tantos años de su prematura vida a ayudar a alguien que jamás lo quiso y lo obligó a sufrir de aquella manera. Por su padre que todo ello lo permitió y lo quería arreglar con cosas materiales. La mente de Yannick estaba a punto de colapsar, y con ello contrajo una crisis que lo obligó a dejar atrás aquellos malos recuerdos, la mala vida que llevaba y el castillo de su padre.
Por primera vez, y ya con veintitrés años, graduado arduamente, decidió pensar en él mismo por primera vez.
Una noche decidido a irse, tomó parte de las riquezas del jardín de Perséfone. No se sintió muy preocupado por robar aquello ya que la diosa podría tener más flores llenas de piedras preciosas con un simple chasquido de dedos. Cargó lo necesario y se marchó de aquel lugar. Su destino fue cumplir el sueño que siempre tuvo escondido para sí en lo profundo de su interior, viajar, salir de ese despreciable lugar lleno de basura en donde tan mal lo había pasado toda su vida desde su nacimiento.
Vendió las joyas y usó el dinero para viajar de un sitio a otro, sin un destino fijo. De hecho, llegó a Heaven's Town casi por casualidad: viajaba en su coche cuando este se estropeó cerca de la ciudad y una cosa dio a otra, y al final se quedó.
Yannick es un joven bastante peculiar debido a su ardua historia de vida. Es un poco frío y desconfiado con la gente debido a su duro pasado. Posee también una intachable sonrisa que lleva gravaba en sus labios casi siempre, gracias a que esa ciudad se la devolvió al sacarlo de su profunda crisis depresiva. Ve las cosas desde un punto de vista diferente, ya que le ha tocado vivir dos lados muy distintos de la vida, y ello le ha enseñado a formar un duro carácter para defenderse ante cualquier cosa, está en un proceso de definir su personalidad, así que a veces tomará decisiones o acciones no muy correctas, además de dejarse llevar por la falta de límites. A pesar de ello Yannick, por dentro es un chaval muy frágil que necesita de bastante cariño para recomponerse, cosa que no le gusta demostrar.
CURIOSIDADES:
―Le gusta conservar su apariencia siempre presentable, y aunque tenga a algunas personas suspirando por él, nunca se las da de picaflor, pero su ego a veces resuena por las calles.
―Puede llegar a ser muy encantador y lograr atrapar la atención de casi cualquier persona si se lo propone.
FC: Nicholas Hoult.
ESTADO: LIBRE.
![Imagen](/uploads/8/0/0/6/80064202/published/alexfitzalan.jpg?1614162612)
NOMBRE: Archie MacMathan.
EDAD: 24 años.
ESPECIE: Semidiós romano, hijo de Fortuna.
OCUPACIÓN: (a elección del user)
HISTORIA: La historia de Archie no comienza como la de todos los semidioses que viven en el mundo de los humanos.
Abandonados por su progenitor divino con el humano, tratan de adaptarse a sus poderes llevando la vida más mundana posible.
En absoluto es la historia de Archibald. Es más, él tuvo que huir de las divinidades.
En primer lugar, empezar por lo esencial, Archibald no era ni su nombre real si quiera. Su madre, Fortuna, le llamó Emir. La diosa siempre esperó que su hijo se acabara convirtiendo en una importante divinidad, y por los pasos que seguía el chico, tenía pintas de ser el supuesto dios de la picaresca.
El problema era que Emir era medio humano, había sido un pequeño desliz de Fortuna, y eso ahora mismo, en los ambientes que se estaba codeando el joven, no es que fuera muy aceptado por aquellos que eran puramente divinos.
En años humanos, Emir podía tener aproximadamente unos 200 años.
De siempre había adorado el bajar al mundo de los humanos para engañarles con distintos trucos. Aunque en el fondo por lo que bajaba era porque se sentía más cercano a estos que con los dioses que se estaba criando.
Tenía el poder de Fortuna de su parte, por lo que no había juego de azar que se le resistiera a Emir. Los que se dejaban miles y miles de sus ganancias en apuestas, estaban comiendo de la palma de la mano de Emir, llegando a pagarle también incluso para que le dijeran cual sería el número o palo ganador. En cambio, cuando volvía con su madre, junto al resto de dioses en el olimpo, únicamente recibía miradas de desaprobación por parte de estos. Como si fuera mucho menos que ellos.
Hasta que un día, el semidiós se cansó de aquello. Hizo una apuesta con Perseo, jugándose con la divinidad la estancia en el Olimpo. Perseo, el cual era muy orgulloso cabe decir, aceptó la apuesta con Emir. Un gran error.
Claramente, Emir se las ingenió para usar su poder y su suerte para acabar ganando, por lo que Perseo, al perder, tendría que abandonar el Olimpo.
Como era de esperar, ningún dios iba a permitir que uno de los mayores héroes de la mitología se marchara.
Fue entonces cuando salió a la luz las artimañas que había ingeniado Emir para conseguir ganar, comenzando asi la caza y captura del semidiós. Fortuna, la cual cabe decir que se sentía terriblemente avergonzada por los actos de su hijo, le ayudó a huir, dejando que se ocultara entre los humanos. Asi que allí estaba, con un nombre completamente inventado, llevando como mejor podía la inmortalidad de la que ya le habían dotado.
Aún así, nunca se mostró apático ante eso de vivir para siempre.
Hasta que conoció a sus amigos.
Primero fue Melina, una semidiosa hija de Morfeo, a la cual ayudó a superar un gran problema de su pasado. La semidiosa había sido la primera amiga que había tenido en su vida, por lo que era muy importante para él.
Después llegó Elio, Akibara, y otros muchos semidioses más, los cuales se las ingeniaron para ganarse la vida o sobrevivir como buenamente podían en aquel mundo. Pero debido a un accidente con uno de esos amigos, al final acabaron distanciándose y separándose todos.
Cabe decir que no era la intención en absoluto de Archie el separarse de Elio, Edith, Aki, y de sobre todo Melina, la cual había sido la primera persona con la que había estrechado lazos del grupo, pero necesitaba solucionar una cosa.
Se había dado cuenta con los años al estar junto a estos, que no soportaría el verlos envejecer mientras que él sigue con vivo. El imaginarse una vida sin ellos.
Por lo que ha estado durante todo este tiempo tratando de volver al Olimpo sin morir en el intento para que le devuelvan su mortalidad. En cambio, desgraciadamente, no ha sido capaz de conseguirlo.
Y ahora, vuelve a reencontrarse al parecer con todos aquellos que creía perdidos para siempre.
CURIOSIDADES:
-Tiene una enorme colección de monedas. De todos los países y de todas las culturas distintas. También tiene algunas que va regalando a aquellos que considera más allegados, están bendecidas con la suerte de fortuna, por lo que al lanzarla, saldrá cara o cruz para aquella decisión que sea mejor. En cambio la más especial, la que le regaló su madre, se la dio a la propia Melina.
-Posee una capacidad abrumadora para recordar cosas inútiles. Como por ejemplo que películas había en cartelera de un día en especifico. ¿Para qué le va a servir eso? Para nada, pero ahí está.
-Al momento de conocer a Elio se hicieron grandes amigos, más que nada porque eran igual de… peculiares en cuanto al sentido del humor ambos.
FC: Alex Fitzalan
ESTADO: OCUPADO.
EDAD: 24 años.
ESPECIE: Semidiós romano, hijo de Fortuna.
OCUPACIÓN: (a elección del user)
HISTORIA: La historia de Archie no comienza como la de todos los semidioses que viven en el mundo de los humanos.
Abandonados por su progenitor divino con el humano, tratan de adaptarse a sus poderes llevando la vida más mundana posible.
En absoluto es la historia de Archibald. Es más, él tuvo que huir de las divinidades.
En primer lugar, empezar por lo esencial, Archibald no era ni su nombre real si quiera. Su madre, Fortuna, le llamó Emir. La diosa siempre esperó que su hijo se acabara convirtiendo en una importante divinidad, y por los pasos que seguía el chico, tenía pintas de ser el supuesto dios de la picaresca.
El problema era que Emir era medio humano, había sido un pequeño desliz de Fortuna, y eso ahora mismo, en los ambientes que se estaba codeando el joven, no es que fuera muy aceptado por aquellos que eran puramente divinos.
En años humanos, Emir podía tener aproximadamente unos 200 años.
De siempre había adorado el bajar al mundo de los humanos para engañarles con distintos trucos. Aunque en el fondo por lo que bajaba era porque se sentía más cercano a estos que con los dioses que se estaba criando.
Tenía el poder de Fortuna de su parte, por lo que no había juego de azar que se le resistiera a Emir. Los que se dejaban miles y miles de sus ganancias en apuestas, estaban comiendo de la palma de la mano de Emir, llegando a pagarle también incluso para que le dijeran cual sería el número o palo ganador. En cambio, cuando volvía con su madre, junto al resto de dioses en el olimpo, únicamente recibía miradas de desaprobación por parte de estos. Como si fuera mucho menos que ellos.
Hasta que un día, el semidiós se cansó de aquello. Hizo una apuesta con Perseo, jugándose con la divinidad la estancia en el Olimpo. Perseo, el cual era muy orgulloso cabe decir, aceptó la apuesta con Emir. Un gran error.
Claramente, Emir se las ingenió para usar su poder y su suerte para acabar ganando, por lo que Perseo, al perder, tendría que abandonar el Olimpo.
Como era de esperar, ningún dios iba a permitir que uno de los mayores héroes de la mitología se marchara.
Fue entonces cuando salió a la luz las artimañas que había ingeniado Emir para conseguir ganar, comenzando asi la caza y captura del semidiós. Fortuna, la cual cabe decir que se sentía terriblemente avergonzada por los actos de su hijo, le ayudó a huir, dejando que se ocultara entre los humanos. Asi que allí estaba, con un nombre completamente inventado, llevando como mejor podía la inmortalidad de la que ya le habían dotado.
Aún así, nunca se mostró apático ante eso de vivir para siempre.
Hasta que conoció a sus amigos.
Primero fue Melina, una semidiosa hija de Morfeo, a la cual ayudó a superar un gran problema de su pasado. La semidiosa había sido la primera amiga que había tenido en su vida, por lo que era muy importante para él.
Después llegó Elio, Akibara, y otros muchos semidioses más, los cuales se las ingeniaron para ganarse la vida o sobrevivir como buenamente podían en aquel mundo. Pero debido a un accidente con uno de esos amigos, al final acabaron distanciándose y separándose todos.
Cabe decir que no era la intención en absoluto de Archie el separarse de Elio, Edith, Aki, y de sobre todo Melina, la cual había sido la primera persona con la que había estrechado lazos del grupo, pero necesitaba solucionar una cosa.
Se había dado cuenta con los años al estar junto a estos, que no soportaría el verlos envejecer mientras que él sigue con vivo. El imaginarse una vida sin ellos.
Por lo que ha estado durante todo este tiempo tratando de volver al Olimpo sin morir en el intento para que le devuelvan su mortalidad. En cambio, desgraciadamente, no ha sido capaz de conseguirlo.
Y ahora, vuelve a reencontrarse al parecer con todos aquellos que creía perdidos para siempre.
CURIOSIDADES:
-Tiene una enorme colección de monedas. De todos los países y de todas las culturas distintas. También tiene algunas que va regalando a aquellos que considera más allegados, están bendecidas con la suerte de fortuna, por lo que al lanzarla, saldrá cara o cruz para aquella decisión que sea mejor. En cambio la más especial, la que le regaló su madre, se la dio a la propia Melina.
-Posee una capacidad abrumadora para recordar cosas inútiles. Como por ejemplo que películas había en cartelera de un día en especifico. ¿Para qué le va a servir eso? Para nada, pero ahí está.
-Al momento de conocer a Elio se hicieron grandes amigos, más que nada porque eran igual de… peculiares en cuanto al sentido del humor ambos.
FC: Alex Fitzalan
ESTADO: OCUPADO.
![Imagen](/uploads/8/0/0/6/80064202/published/832afd26b79c2194460394d7498335d3.jpg?1614162635)
NOMBRE: Akibara “Aki” Etsuya.
EDAD: 24 años.
ESPECIE: Semidiós japonés; hijo de Amaterasu
OCUPACIÓN: (a elección del user)
HISTORIA: Aki no tuvo la oportunidad de conocer a su padre cuando nació. Desde pequeño se crió junto a su abuela, la cual hizo lo posible a su avanzada edad para criar a un niño.
Aún asi, Aki no le dio problemas nunca a la anciana. La abuela Ren, adoraba a Aki como si se tratara de su propio hijo. Ren, al ser la madre del fallecido padre del niño, vio en Aki la opción de superar el dolor por el que había pasado al perder a un hijo.
Ren se enteró de que su nieto era hijo de la mismísima diosa Amaterasu cuando se presentó ella en persona para entregarle a su hijo.
La diosa no podía criar a Aki en palacio, por lo que necesitaba a alguien que lo cuidara. Pensó en su padre, pero al enterarse de que había fallecido, tuvo que dejarlo con su abuela.
Ren creía que aquel crío solo le traería problemas, pero se dio cuenta que tenía demasiada parte de la diosa, la cual era conocida por su benevolencia. Le enseñó a Aki desde el primer momento todo lo relacionado con su cultura y la mitología de la que él mismo era parte. El chico escuchaba con atención todas aquellas historias que su abuela le contaba con los ojos abiertos como platos.
Se imaginaba él mismo siendo héroe de todas las historias que le contaba. Formando parte alguna vez de aquello. Siendo igual de poderoso y benévolo que un dios. Pero conforme cumplía años, se dio cuenta de que aquella vida no sería la suya. Más que nada porque empezaron a llegarles problemas que claramente no eran cualidades de un guerrero: asma, una torpeza que era casi inhumana, pero sobre todo, un corazón demasiado grande y una dulce personalidad que no encajaba en absoluto con la frialdad necesaria para lo que quería.
Por eso acabó conformándose con sus dibujos. Quería montar un estudio donde él poder vender sus obras. Le contaba todo aquello a su abuela lleno de ilusión, y era inevitable que la anciana se acabara contagiando de la alegría y vitalidad de su nieto.
Pero llegó el momento de decirle finalmente adiós a Ren.
Aki estuvo un tiempo encerrado en su propia burbuja, incapaz de imaginarse sin su abuela. Sentía que acabaría muriendo él tras ella. Fue entonces cuando apareció en su vida en el momento más oportuno Ebina.
Ebina era su prima, hija de Susanoo. Cuando se presentó ante él en un principio, el semidiós se mostró algo reacio ante la presencia de su prima, porque es bien conocida entre todos la enemistad que se gastan los hermanos Amaterasu y Susanoo. Aunque conforme más conocía a Ebina sabía que a ella le hacía la misma gracia el estar junto al niño. Era todo lo contrario a Aki. Era arisca, borde, y muy cortante con él cabe decir. Se enteró al cabo del tiempo debido a una discusión (discutían mucho como era de esperar, sí) entre ambos, que realmente Ebina les había salvado la vida a ambos.
De alguna forma, los dos habían sido maldecidos por el otro hermano de su madre y padre respectivamente, Tsukuyomi.
Susanoo y Amaterasu nunca habían sido del agrado mutuo, y tras varios enfrentamientos, tuvieron que aprender a vivir con la existencia del otro. Pero Tsukuyomi, quiso vengarse de sus hermanos a través de los hijos de estos. Iba en el adn de Ebina y Aki el llevarse mal, pero si no conseguían convivir el uno con el otro, el estar juntos, acabarían muriendo.
Ebina se enteró de la maldición cuando comenzó a sentirse cada vez más y más débil, haciendo aquello que emprendiera rápidamente una búsqueda intensiva de su primo. Tenían que estar ambos juntos para que así la maldición no acabara con sus respectivas vidas. Lo que los hacían un dúo bastante caótico, ya que no eran capaces de ponerse de acuerdo en absolutamente nada.
Al cabo de los años acabaron conociendo a otro grupo de semidioses, al cual se unieron asi no estar solos ante la mera aventura que les era sobrevivir. También porque más de una vez, esos semidioses habían evitado que Ebina acabara con la vida de Aki durante una de las discusiones de ambos.
Tras separarse todos los semidioses debido a la perdida de uno de ellos, los dos primos tuvieron que continuar juntos, encontrando un nuevo lugar en el que vivir en Heavens Town.
CURIOSIDADES:
-Tiene un cuaderno donde suele dibujar retratos de sus amigos y momentos que han vivido entre todos. Cuando tenga los medios suficientes, dice que quiere hacer una novela gráfica sobre todos los momentos que han vivido juntos.
-No puede evitar querer a Ebina en el fondo, ya que al final el roce ha acabado haciendo el cariño.
FC: Ryan Potter.
ESTADO: LIBRE.
EDAD: 24 años.
ESPECIE: Semidiós japonés; hijo de Amaterasu
OCUPACIÓN: (a elección del user)
HISTORIA: Aki no tuvo la oportunidad de conocer a su padre cuando nació. Desde pequeño se crió junto a su abuela, la cual hizo lo posible a su avanzada edad para criar a un niño.
Aún asi, Aki no le dio problemas nunca a la anciana. La abuela Ren, adoraba a Aki como si se tratara de su propio hijo. Ren, al ser la madre del fallecido padre del niño, vio en Aki la opción de superar el dolor por el que había pasado al perder a un hijo.
Ren se enteró de que su nieto era hijo de la mismísima diosa Amaterasu cuando se presentó ella en persona para entregarle a su hijo.
La diosa no podía criar a Aki en palacio, por lo que necesitaba a alguien que lo cuidara. Pensó en su padre, pero al enterarse de que había fallecido, tuvo que dejarlo con su abuela.
Ren creía que aquel crío solo le traería problemas, pero se dio cuenta que tenía demasiada parte de la diosa, la cual era conocida por su benevolencia. Le enseñó a Aki desde el primer momento todo lo relacionado con su cultura y la mitología de la que él mismo era parte. El chico escuchaba con atención todas aquellas historias que su abuela le contaba con los ojos abiertos como platos.
Se imaginaba él mismo siendo héroe de todas las historias que le contaba. Formando parte alguna vez de aquello. Siendo igual de poderoso y benévolo que un dios. Pero conforme cumplía años, se dio cuenta de que aquella vida no sería la suya. Más que nada porque empezaron a llegarles problemas que claramente no eran cualidades de un guerrero: asma, una torpeza que era casi inhumana, pero sobre todo, un corazón demasiado grande y una dulce personalidad que no encajaba en absoluto con la frialdad necesaria para lo que quería.
Por eso acabó conformándose con sus dibujos. Quería montar un estudio donde él poder vender sus obras. Le contaba todo aquello a su abuela lleno de ilusión, y era inevitable que la anciana se acabara contagiando de la alegría y vitalidad de su nieto.
Pero llegó el momento de decirle finalmente adiós a Ren.
Aki estuvo un tiempo encerrado en su propia burbuja, incapaz de imaginarse sin su abuela. Sentía que acabaría muriendo él tras ella. Fue entonces cuando apareció en su vida en el momento más oportuno Ebina.
Ebina era su prima, hija de Susanoo. Cuando se presentó ante él en un principio, el semidiós se mostró algo reacio ante la presencia de su prima, porque es bien conocida entre todos la enemistad que se gastan los hermanos Amaterasu y Susanoo. Aunque conforme más conocía a Ebina sabía que a ella le hacía la misma gracia el estar junto al niño. Era todo lo contrario a Aki. Era arisca, borde, y muy cortante con él cabe decir. Se enteró al cabo del tiempo debido a una discusión (discutían mucho como era de esperar, sí) entre ambos, que realmente Ebina les había salvado la vida a ambos.
De alguna forma, los dos habían sido maldecidos por el otro hermano de su madre y padre respectivamente, Tsukuyomi.
Susanoo y Amaterasu nunca habían sido del agrado mutuo, y tras varios enfrentamientos, tuvieron que aprender a vivir con la existencia del otro. Pero Tsukuyomi, quiso vengarse de sus hermanos a través de los hijos de estos. Iba en el adn de Ebina y Aki el llevarse mal, pero si no conseguían convivir el uno con el otro, el estar juntos, acabarían muriendo.
Ebina se enteró de la maldición cuando comenzó a sentirse cada vez más y más débil, haciendo aquello que emprendiera rápidamente una búsqueda intensiva de su primo. Tenían que estar ambos juntos para que así la maldición no acabara con sus respectivas vidas. Lo que los hacían un dúo bastante caótico, ya que no eran capaces de ponerse de acuerdo en absolutamente nada.
Al cabo de los años acabaron conociendo a otro grupo de semidioses, al cual se unieron asi no estar solos ante la mera aventura que les era sobrevivir. También porque más de una vez, esos semidioses habían evitado que Ebina acabara con la vida de Aki durante una de las discusiones de ambos.
Tras separarse todos los semidioses debido a la perdida de uno de ellos, los dos primos tuvieron que continuar juntos, encontrando un nuevo lugar en el que vivir en Heavens Town.
CURIOSIDADES:
-Tiene un cuaderno donde suele dibujar retratos de sus amigos y momentos que han vivido entre todos. Cuando tenga los medios suficientes, dice que quiere hacer una novela gráfica sobre todos los momentos que han vivido juntos.
-No puede evitar querer a Ebina en el fondo, ya que al final el roce ha acabado haciendo el cariño.
FC: Ryan Potter.
ESTADO: LIBRE.
![Imagen](/uploads/8/0/0/6/80064202/tumblr-254ae9b30e8321de4d291cd2db340b69-06f285c7-400_orig.jpg)
NOMBRE: Caleb Price.
EDAD: 23 años.
ESPECIE: Semidiós griego, hijo de Tánatos.
OCUPACIÓN: No tiene un trabajo fijo; trabaja esporádicamente en lo que encuentre.
HISTORIA: Desde tiempos inmemoriales se ha dicho por activa y por pasiva que la vida no es fácil, ni siquiera para aquellos que por suerte o por desgracia nacieron con dones sobrenaturales. ¿Cómo sería la vida entonces para un semidiós que nació de la propia muerte?
Caleb, como todos los semidioses, nació de la unión entre una humana y un dios, pero no de un dios cualquiera sino del mismísimo Tánatos. Y, como todos los semidioses, Caleb se crio sólo con su madre.
May y Caleb vivían en una pequeña casita en el campo junto a los abuelos del pequeño, pues al haber sido madre tan joven, May no había estudiado y no podía permitirse una vida mejor pero eran felices allí con los dos ancianos. No les faltaba de nada y vivían bien, podrían apañarse mientras tanto.
Caleb era un niño alegre y rebosante de vida, muy distinto a lo que cualquiera que supiera dónde estaba su origen pudiera pensar, y disfrutaba de los días de campo junto su abuelo que le contaba mil y un datos curiosos sobre la flora y la fauna. En uno de esos días decidió que quería ser veterinario. Pero recordemos que era el vástago del dios de la muerte, no podía llevar una vida normal por mucho que él quisiera.
Tenía 15 años la primera vez que le ocurrió con una persona. Estaba con su madre, ayudándola a pintar las paredes de su habitación cuando, al poner la mano en su hombro una sensación fría invadió su cuerpo y pudo sentir perfectamente como su vida menguaba. Esa misma noche, May murió mientras dormía. No estaba enferma, no le ocurría absolutamente nada; simplemente se durmió y jamás volvió a abrir los ojos. Caleb pensó que había sido culpa suya pero no se atrevió a decir nada a sus abuelos, que ya estaban rotos por el dolor de haber perdido a su única hija de una forma tan repentina, e incapaz de soportar la culpa se marchó de casa durante la noche dejando únicamente una nota de despedida para sus abuelos. En ella les decía que no se preocuparan por él y que intentaran seguir adelante. Caleb no tenía muchos recursos pero era responsable y avispado por lo que no tardó en encontrar un trabajo que le daba para pagarse una habitación en un albergue. Sin embargo, siempre estaba solo. Después de lo ocurrido con su madre, no quería volver a acercarse a nadie.
Un día, un hombre se presentó en su puerta, diciendo que tenía que hablar con él de algo importante. El joven lo primero que pensó fue que no sabía en qué momento se le ocurrió a aquel tío que intentar venderle un seguro a un chaval de 17 años era buena idea, pero le serviría para reírse un rato a costa de este a pesar de su imponente presencia y su tamaño. Irónico que al final quien se quedara con cara de bobo fuera el propio Caleb cuando el hombre le reveló que era el dios Tánatos y que era su padre.
Caleb no sabía mucho de su padre. Ni May ni sus abuelos le habían contado mucho acerca de él, pero de ahí a que fuera un dios... No estaba dispuesto a que se rieran de él de esa manera. Lo echó de allí diciendo que si volvía a acercarse a él llamaría a la policía. Aún así, la sombra de la duda había nacido en él pues, a pesar de su reticencia a creer las palabras de su supuesto padre-dios, no podía olvidar lo que le había pasado con su madre. A partir de ahí, sus sueños se llenaron de extrañas imágenes que no comprendía pero que le empujaban a descubrir la verdad.
La segunda reunión que tuvo con el dios fue mucho más pacífica. Tánatos le contó la historia de su madre y él, cómo se conocieron y todo lo que vino después, como Caleb, pero que debido a una ley divina no pudo quedarse con ellos y mucho menos interferir en sus vidas pero eso no le importaba al joven, él sólo quería saber qué le había pasado a su madre y por qué él supo que moriría. Entonces Tánatos le reveló que poseía un don para nada común entre sus hijos: un don que le permitía saber cuando moriría una persona con solo tocarla pero tenía prohibido revelarlo e interferir en el transcurso de la vida y la muerte. Aquello era casi peor que pensar que él había provocado la muerte de su madre. Es decir, ¿sabría cuando moriría alguien y no podría hacer nada por evitarlo? Él no debía cargar con eso. No quería cargar con eso.
Sabiendo eso, Caleb empezó a moverse de un lado a otro para no establecer ningún tipo de lazo con la gente. Cuanto menos tiempo pasara en un lugar concreto, mejor para todos. Así fue como acabó en Heaven's Town.
Caleb es un persona muy hermética e independiente. La muerte de su madre lo llevó a huir de su hogar y los descubrimientos que hizo sobre sí mismo lo llevaron a tomar la decisión de alejarse de la gente y hacer lo posible para que la gente se aleje de él. No es algo que le guste, pues hace años que echa de menos el tener el afecto y el cariño de alguien pero le da miedo vaticinar cuando esa persona podría morir sin que él pueda hacer nada por evitarlo, por eso lo mejor es mantenerse alejado de todo el mundo. Sin embargo, y aunque su fachada diga lo contrario, es un bastante joven agradable con un genio de mil demonios heredado de su madre.
CURIOSIDADES:
—Dibuja maravillosamente bien.
—Además de su don innato, entre sus habilidades se encuentran la capacidad para hacerse invisible y la nigromancia.
—Su don no es algo que pueda controlar, simplemente se da en el momento exacto en que la persona en cuestión esté próxima a la muerte. El miedo a eso le ha llevado a alejarse de la gente por completo y evitar el contacto físico.
—Si alguna vez revelara a una persona que está próxima a su muerte, caería sobre él una maldición.
FC: Jacob Elordi.
ESTADO: LIBRE.
EDAD: 23 años.
ESPECIE: Semidiós griego, hijo de Tánatos.
OCUPACIÓN: No tiene un trabajo fijo; trabaja esporádicamente en lo que encuentre.
HISTORIA: Desde tiempos inmemoriales se ha dicho por activa y por pasiva que la vida no es fácil, ni siquiera para aquellos que por suerte o por desgracia nacieron con dones sobrenaturales. ¿Cómo sería la vida entonces para un semidiós que nació de la propia muerte?
Caleb, como todos los semidioses, nació de la unión entre una humana y un dios, pero no de un dios cualquiera sino del mismísimo Tánatos. Y, como todos los semidioses, Caleb se crio sólo con su madre.
May y Caleb vivían en una pequeña casita en el campo junto a los abuelos del pequeño, pues al haber sido madre tan joven, May no había estudiado y no podía permitirse una vida mejor pero eran felices allí con los dos ancianos. No les faltaba de nada y vivían bien, podrían apañarse mientras tanto.
Caleb era un niño alegre y rebosante de vida, muy distinto a lo que cualquiera que supiera dónde estaba su origen pudiera pensar, y disfrutaba de los días de campo junto su abuelo que le contaba mil y un datos curiosos sobre la flora y la fauna. En uno de esos días decidió que quería ser veterinario. Pero recordemos que era el vástago del dios de la muerte, no podía llevar una vida normal por mucho que él quisiera.
Tenía 15 años la primera vez que le ocurrió con una persona. Estaba con su madre, ayudándola a pintar las paredes de su habitación cuando, al poner la mano en su hombro una sensación fría invadió su cuerpo y pudo sentir perfectamente como su vida menguaba. Esa misma noche, May murió mientras dormía. No estaba enferma, no le ocurría absolutamente nada; simplemente se durmió y jamás volvió a abrir los ojos. Caleb pensó que había sido culpa suya pero no se atrevió a decir nada a sus abuelos, que ya estaban rotos por el dolor de haber perdido a su única hija de una forma tan repentina, e incapaz de soportar la culpa se marchó de casa durante la noche dejando únicamente una nota de despedida para sus abuelos. En ella les decía que no se preocuparan por él y que intentaran seguir adelante. Caleb no tenía muchos recursos pero era responsable y avispado por lo que no tardó en encontrar un trabajo que le daba para pagarse una habitación en un albergue. Sin embargo, siempre estaba solo. Después de lo ocurrido con su madre, no quería volver a acercarse a nadie.
Un día, un hombre se presentó en su puerta, diciendo que tenía que hablar con él de algo importante. El joven lo primero que pensó fue que no sabía en qué momento se le ocurrió a aquel tío que intentar venderle un seguro a un chaval de 17 años era buena idea, pero le serviría para reírse un rato a costa de este a pesar de su imponente presencia y su tamaño. Irónico que al final quien se quedara con cara de bobo fuera el propio Caleb cuando el hombre le reveló que era el dios Tánatos y que era su padre.
Caleb no sabía mucho de su padre. Ni May ni sus abuelos le habían contado mucho acerca de él, pero de ahí a que fuera un dios... No estaba dispuesto a que se rieran de él de esa manera. Lo echó de allí diciendo que si volvía a acercarse a él llamaría a la policía. Aún así, la sombra de la duda había nacido en él pues, a pesar de su reticencia a creer las palabras de su supuesto padre-dios, no podía olvidar lo que le había pasado con su madre. A partir de ahí, sus sueños se llenaron de extrañas imágenes que no comprendía pero que le empujaban a descubrir la verdad.
La segunda reunión que tuvo con el dios fue mucho más pacífica. Tánatos le contó la historia de su madre y él, cómo se conocieron y todo lo que vino después, como Caleb, pero que debido a una ley divina no pudo quedarse con ellos y mucho menos interferir en sus vidas pero eso no le importaba al joven, él sólo quería saber qué le había pasado a su madre y por qué él supo que moriría. Entonces Tánatos le reveló que poseía un don para nada común entre sus hijos: un don que le permitía saber cuando moriría una persona con solo tocarla pero tenía prohibido revelarlo e interferir en el transcurso de la vida y la muerte. Aquello era casi peor que pensar que él había provocado la muerte de su madre. Es decir, ¿sabría cuando moriría alguien y no podría hacer nada por evitarlo? Él no debía cargar con eso. No quería cargar con eso.
Sabiendo eso, Caleb empezó a moverse de un lado a otro para no establecer ningún tipo de lazo con la gente. Cuanto menos tiempo pasara en un lugar concreto, mejor para todos. Así fue como acabó en Heaven's Town.
Caleb es un persona muy hermética e independiente. La muerte de su madre lo llevó a huir de su hogar y los descubrimientos que hizo sobre sí mismo lo llevaron a tomar la decisión de alejarse de la gente y hacer lo posible para que la gente se aleje de él. No es algo que le guste, pues hace años que echa de menos el tener el afecto y el cariño de alguien pero le da miedo vaticinar cuando esa persona podría morir sin que él pueda hacer nada por evitarlo, por eso lo mejor es mantenerse alejado de todo el mundo. Sin embargo, y aunque su fachada diga lo contrario, es un bastante joven agradable con un genio de mil demonios heredado de su madre.
CURIOSIDADES:
—Dibuja maravillosamente bien.
—Además de su don innato, entre sus habilidades se encuentran la capacidad para hacerse invisible y la nigromancia.
—Su don no es algo que pueda controlar, simplemente se da en el momento exacto en que la persona en cuestión esté próxima a la muerte. El miedo a eso le ha llevado a alejarse de la gente por completo y evitar el contacto físico.
—Si alguna vez revelara a una persona que está próxima a su muerte, caería sobre él una maldición.
FC: Jacob Elordi.
ESTADO: LIBRE.
Femeninos
![Imagen](/uploads/8/0/0/6/80064202/published/60bf9a465ac86667143bfa67818f533c.jpg?1614162777)
NOMBRE: Edith Björgdottir
EDAD: 33 años
ESPECIE: Semidiosa nórdica (Hija de Loki)
OCUPACIÓN: Dueña de una tienda de ropa
HISTORIA: — ¿Qué es la suerte? Muchos diccionarios la definen como un conjunto de sucesos ya predeterminados para la vida de alguien, un libro invisible escrito que determinará el éxito en las acciones del día a día y lo alto que podrá escalar esa persona antes de que el tiempo se le acabe. Los escépticos niegan la existencia de tal influencia, aseguran que todas las casualidades del día a día tienen una base completamente lógica y niegan la existencia de una fuerza llamada “destino”. Pero Edith sabía muy bien que la suerte, o en su contraposición la mala suerte, existían. Desde pequeña siempre había habido un aura caótica que la envolvía e irónicamente la protegía, una especie de escudo que causaría que todo a su alrededor se derrumbara para que ella pudiera salir ilesa. Ya desde el primer segundo de su vida trajo desgracia al universo, pues su madre murió en el parto y dejó a una pequeña Edith huérfana sin ningún familiar que pudiera cuidar de ella. Ingresó con pocos días de vida en un orfanato en la capital islandesa, pero desde el primer momento en el que pisó ese lugar todo el mundo supo que había algo maligno rodeando a la chica. En los cinco primeros años que pasó en ese orfanato hubo cuatro incendios, tres explosiones, cinco accidentes sospechosos y otras cuantas catástrofes que se cobraron la vida de hasta veinte personas en total, pero aunque la rubia se encontrara en el epicentro de dichos desastres, siempre salía sin un solo rasguño. Cuando Edith tenía ocho años un señor se presentó en el orfanato y la acogió como una de sus hijas, dándole cobijo y educación, así como un cariño que la pequeña nunca había experimentado. Un día mientras que estaban cenando en el comedor una chispa de la chimenea prendió las cortinas, causando un trágico incendio que devoró todo el mundo de Edith hasta reducirlo a cenizas. La angustia y desesperación hicieron que Edith saliera corriendo del lugar de los hechos, buscando una vida en solitario en la canadiense ciudad de Toronto en donde no pusiera a nadie en peligro y encontrara la respuesta a todas sus preguntas. Y dicha respuesta la despertó un frío día de invierno mientras dormía acurrucada bajo un puente, un señor se le acercó y le susurró con voz completamente taimada.
— “Hija mía… ¿Por qué te culpas? Este don es un regalo, un escudo que impedirá que nada ni nadie te dañe... “ — Ella pensó que era un sueño, pero aún así se pegó todo lo que pudo a la pared, mirando al recién llegado con el ceño fruncido. — Quién eres. Qué quieres. Lárgate o llamaré a la policía. “¿Que quién soy?” — La carcajada retumbó en todo el habitáculo. — “Soy Loki, dios del engaño, tu padre. Tienes mucho que aprender Edith, pero te aseguro que podrás convencer a quien quieras de lo que quieras… Solo tienes que usar tu poder, el don que te he regalado. Te estaré esperando… ” — El hombre se deshizo como la niebla, dejando a Edith en estado de shock y sin saber qué decir o hacer.
Los años pasaron y Edith descubrió ese poder del que le hablaba su padre, una sugestión que obligaba a todo ser a creerse lo que dijera por muy descabellado que sonara. Conoció a otros semidioses y gracias a la colaboración de todos pudieron sobrevivir en la calle, robando gracias a sus habilidades para tener algo que llevarse a la boca, al menos hasta que ocurrió la redada. Habían ocupado un edificio abandonado, todos dormían tranquilos dentro de los sacos que habían robado de una tienda de supervivencia días antes, pero de un momento a otro la puerta del apartamento estalló en astillas y un grupo de fuerzas especiales entró con ametralladoras. Los habían pillado, no había vuelta atrás. Todos se levantaron como resortes e intentaron huir, pero Edith se había quedado congelada del miedo, no era capaz de pronunciar palabra para echarlos de allí o mover los pies para correr. Cinco láseres apuntaban al pecho de la rubia, que con los ojos llorosos se resignaba a controlar su respiración mientras que el que por aquel entonces era su novio, David, le imploraba que “lo hiciera”, que usara su poder para alejar a los agentes. Fueron unas décimas de segundo: David dio un paso para agarrar del brazo a Edith, pero antes de que pudiera rozarla uno de los gatillos se accionó y provocó que una bala atravesara la caja torácica del semidiós, que cayó al suelo inerte y con la mirada perdida. La conmoción por ser la responsable de la muerte de su pareja provocó que Edith buscara el perdón en atribuirse toda la culpa de los robos, llegando a pasar más de diez años en la cárcel de forma totalmente voluntaria, pues en cualquier momento podría haber convencido al juez de que ella no era culpable de nada. Edith se convirtió en una persona introvertida y tímida, distaba de meterse en ningún problema o de ser el centro de atención, así como de hacer amigos. Sabía que relacionarse con la gente solo traería más desgracias, por lo que prefirió quedarse al margen y ser una don nadie. Cuando salió de la cárcel se prometió a sí misma nunca usar sus poderes de nuevo y huyó a la canadiense ciudad donde las criaturas sobrenaturales convivían, Heavens Town.
CURIOSIDADES:
— Es tímida y reservada, habla con la gente el tiempo justo para no estrechar lazos.
— Tras su historial de robos y la muerte de su ex novio, Edith nunca ha delinquido y siempre intenta hacer el bien.
— Hay un aura de mala suerte a su alrededor que la protege, provocando que salga sin un rasguño de todo el caos que genera.
— No tiene mascotas ni plantas, al igual que evita tener cristal o cerámica en su casa.
— En la cárcel aprendió a coser y cuando salió abrió su propia tienda con la ropa que ella diseña y confecciona.
— Odia su poder de convicción y nunca lo usa más que en situaciones extremas.
FC: Ashley Johnson.
ESTADO: OCUPADA.
EDAD: 33 años
ESPECIE: Semidiosa nórdica (Hija de Loki)
OCUPACIÓN: Dueña de una tienda de ropa
HISTORIA: — ¿Qué es la suerte? Muchos diccionarios la definen como un conjunto de sucesos ya predeterminados para la vida de alguien, un libro invisible escrito que determinará el éxito en las acciones del día a día y lo alto que podrá escalar esa persona antes de que el tiempo se le acabe. Los escépticos niegan la existencia de tal influencia, aseguran que todas las casualidades del día a día tienen una base completamente lógica y niegan la existencia de una fuerza llamada “destino”. Pero Edith sabía muy bien que la suerte, o en su contraposición la mala suerte, existían. Desde pequeña siempre había habido un aura caótica que la envolvía e irónicamente la protegía, una especie de escudo que causaría que todo a su alrededor se derrumbara para que ella pudiera salir ilesa. Ya desde el primer segundo de su vida trajo desgracia al universo, pues su madre murió en el parto y dejó a una pequeña Edith huérfana sin ningún familiar que pudiera cuidar de ella. Ingresó con pocos días de vida en un orfanato en la capital islandesa, pero desde el primer momento en el que pisó ese lugar todo el mundo supo que había algo maligno rodeando a la chica. En los cinco primeros años que pasó en ese orfanato hubo cuatro incendios, tres explosiones, cinco accidentes sospechosos y otras cuantas catástrofes que se cobraron la vida de hasta veinte personas en total, pero aunque la rubia se encontrara en el epicentro de dichos desastres, siempre salía sin un solo rasguño. Cuando Edith tenía ocho años un señor se presentó en el orfanato y la acogió como una de sus hijas, dándole cobijo y educación, así como un cariño que la pequeña nunca había experimentado. Un día mientras que estaban cenando en el comedor una chispa de la chimenea prendió las cortinas, causando un trágico incendio que devoró todo el mundo de Edith hasta reducirlo a cenizas. La angustia y desesperación hicieron que Edith saliera corriendo del lugar de los hechos, buscando una vida en solitario en la canadiense ciudad de Toronto en donde no pusiera a nadie en peligro y encontrara la respuesta a todas sus preguntas. Y dicha respuesta la despertó un frío día de invierno mientras dormía acurrucada bajo un puente, un señor se le acercó y le susurró con voz completamente taimada.
— “Hija mía… ¿Por qué te culpas? Este don es un regalo, un escudo que impedirá que nada ni nadie te dañe... “ — Ella pensó que era un sueño, pero aún así se pegó todo lo que pudo a la pared, mirando al recién llegado con el ceño fruncido. — Quién eres. Qué quieres. Lárgate o llamaré a la policía. “¿Que quién soy?” — La carcajada retumbó en todo el habitáculo. — “Soy Loki, dios del engaño, tu padre. Tienes mucho que aprender Edith, pero te aseguro que podrás convencer a quien quieras de lo que quieras… Solo tienes que usar tu poder, el don que te he regalado. Te estaré esperando… ” — El hombre se deshizo como la niebla, dejando a Edith en estado de shock y sin saber qué decir o hacer.
Los años pasaron y Edith descubrió ese poder del que le hablaba su padre, una sugestión que obligaba a todo ser a creerse lo que dijera por muy descabellado que sonara. Conoció a otros semidioses y gracias a la colaboración de todos pudieron sobrevivir en la calle, robando gracias a sus habilidades para tener algo que llevarse a la boca, al menos hasta que ocurrió la redada. Habían ocupado un edificio abandonado, todos dormían tranquilos dentro de los sacos que habían robado de una tienda de supervivencia días antes, pero de un momento a otro la puerta del apartamento estalló en astillas y un grupo de fuerzas especiales entró con ametralladoras. Los habían pillado, no había vuelta atrás. Todos se levantaron como resortes e intentaron huir, pero Edith se había quedado congelada del miedo, no era capaz de pronunciar palabra para echarlos de allí o mover los pies para correr. Cinco láseres apuntaban al pecho de la rubia, que con los ojos llorosos se resignaba a controlar su respiración mientras que el que por aquel entonces era su novio, David, le imploraba que “lo hiciera”, que usara su poder para alejar a los agentes. Fueron unas décimas de segundo: David dio un paso para agarrar del brazo a Edith, pero antes de que pudiera rozarla uno de los gatillos se accionó y provocó que una bala atravesara la caja torácica del semidiós, que cayó al suelo inerte y con la mirada perdida. La conmoción por ser la responsable de la muerte de su pareja provocó que Edith buscara el perdón en atribuirse toda la culpa de los robos, llegando a pasar más de diez años en la cárcel de forma totalmente voluntaria, pues en cualquier momento podría haber convencido al juez de que ella no era culpable de nada. Edith se convirtió en una persona introvertida y tímida, distaba de meterse en ningún problema o de ser el centro de atención, así como de hacer amigos. Sabía que relacionarse con la gente solo traería más desgracias, por lo que prefirió quedarse al margen y ser una don nadie. Cuando salió de la cárcel se prometió a sí misma nunca usar sus poderes de nuevo y huyó a la canadiense ciudad donde las criaturas sobrenaturales convivían, Heavens Town.
CURIOSIDADES:
— Es tímida y reservada, habla con la gente el tiempo justo para no estrechar lazos.
— Tras su historial de robos y la muerte de su ex novio, Edith nunca ha delinquido y siempre intenta hacer el bien.
— Hay un aura de mala suerte a su alrededor que la protege, provocando que salga sin un rasguño de todo el caos que genera.
— No tiene mascotas ni plantas, al igual que evita tener cristal o cerámica en su casa.
— En la cárcel aprendió a coser y cuando salió abrió su propia tienda con la ropa que ella diseña y confecciona.
— Odia su poder de convicción y nunca lo usa más que en situaciones extremas.
FC: Ashley Johnson.
ESTADO: OCUPADA.
![Imagen](/uploads/8/0/0/6/80064202/published/8560882.jpg?1614162848)
NOMBRE: Althea.
EDAD: 25 años.
ESPECIE: Semidiosa griega; hija de Hécate.
OCUPACIÓN: Ladrona.
HISTORIA: La joven nació de un padre humano y una una diosa, lo que la convirtió en una niña especial dese el primer momento, al igual que la mayoría de semidioses Althea no tuvo especial relación con su madre, la cual solo aparecía para entrenarla en sus habilidades desde que despareció por primera vez entre las sombras, a partir de ese día su madre le ayudó a desarrollar sus habilidades, le enseñó magia elemental y hechizos sencillos, controlar su niebla ya que cuando se descontrolaba una bruma empezaba aparecer a su alrededor, sobretodo si quería escapar. A la corta edad de 10 años ya estaba entrenada casi en totalidad por su madre, había pasado desde que desarrollo sus habilidades entrenando, estudiaba en casa y no conocía a casi nadie, tampoco tenía una madre como tal ya que ella la veía más bien como una entrenadora, al igual que su padre, este se había dedicado a entrenarla de forma física para que no tuviera que depender de la magia, cosa que el despreciaba por lo que tampoco le demostró un amor de padre, se pasaba la mayor parte del día estudiando y en el jardín practicando sus habilidades. A los 15 había tenido más relación con toda clase de animales, a los cuales amaba con toda su alma aunque siempre los utilizaban como tributos para su madre las brujas, en especial los perros, con los que tenía una especial afinidad, ella amaba y respetaba todo tipo de naturaleza. A los 18 se había convertido en una chica que vivía en su burbuja y raramente dejaba que alguien se acercara, su madre y su padre le habían enseñado a ser una chica retraída, desconfiada, totalmente independiente y con casi tanto poder como su madre, desde pequeña siempre supo que decisiones tomar sin dudar, por eso cuando su madre le ofreció mudarse a Heaven's Town no lo dudó y enseguida aceptó, dejando atrás a su madre y su padre, las únicas personas que había conocido, a los que tampoco podía llegar a llamar familia.
CURIOSIDADES:
―Le gusta mucho dibujar y la fotografía, en general le gusta todo el arte.
―Aprecia mucho pasar tiempo sola leyendo o aprendiendo de sus habilidades y de si misma, suele hacer rituales que le enseñó su madre, los cuales usa para recuperar poder y descansar.
―Aún no es consciente del poder que tiene.
―Vive con Calíope Berns, están asociadas y se reparten los botines siempre a partes iguales.
―Del dúo, ella es lamente pensante y la que planea al dedillo cada estrategia y golpe.
FC: Kiernan Shipka.
ESTADO: LIBRE.
EDAD: 25 años.
ESPECIE: Semidiosa griega; hija de Hécate.
OCUPACIÓN: Ladrona.
HISTORIA: La joven nació de un padre humano y una una diosa, lo que la convirtió en una niña especial dese el primer momento, al igual que la mayoría de semidioses Althea no tuvo especial relación con su madre, la cual solo aparecía para entrenarla en sus habilidades desde que despareció por primera vez entre las sombras, a partir de ese día su madre le ayudó a desarrollar sus habilidades, le enseñó magia elemental y hechizos sencillos, controlar su niebla ya que cuando se descontrolaba una bruma empezaba aparecer a su alrededor, sobretodo si quería escapar. A la corta edad de 10 años ya estaba entrenada casi en totalidad por su madre, había pasado desde que desarrollo sus habilidades entrenando, estudiaba en casa y no conocía a casi nadie, tampoco tenía una madre como tal ya que ella la veía más bien como una entrenadora, al igual que su padre, este se había dedicado a entrenarla de forma física para que no tuviera que depender de la magia, cosa que el despreciaba por lo que tampoco le demostró un amor de padre, se pasaba la mayor parte del día estudiando y en el jardín practicando sus habilidades. A los 15 había tenido más relación con toda clase de animales, a los cuales amaba con toda su alma aunque siempre los utilizaban como tributos para su madre las brujas, en especial los perros, con los que tenía una especial afinidad, ella amaba y respetaba todo tipo de naturaleza. A los 18 se había convertido en una chica que vivía en su burbuja y raramente dejaba que alguien se acercara, su madre y su padre le habían enseñado a ser una chica retraída, desconfiada, totalmente independiente y con casi tanto poder como su madre, desde pequeña siempre supo que decisiones tomar sin dudar, por eso cuando su madre le ofreció mudarse a Heaven's Town no lo dudó y enseguida aceptó, dejando atrás a su madre y su padre, las únicas personas que había conocido, a los que tampoco podía llegar a llamar familia.
CURIOSIDADES:
―Le gusta mucho dibujar y la fotografía, en general le gusta todo el arte.
―Aprecia mucho pasar tiempo sola leyendo o aprendiendo de sus habilidades y de si misma, suele hacer rituales que le enseñó su madre, los cuales usa para recuperar poder y descansar.
―Aún no es consciente del poder que tiene.
―Vive con Calíope Berns, están asociadas y se reparten los botines siempre a partes iguales.
―Del dúo, ella es lamente pensante y la que planea al dedillo cada estrategia y golpe.
FC: Kiernan Shipka.
ESTADO: LIBRE.
![Imagen](/uploads/8/0/0/6/80064202/published/222e1f351a17f78fde701ee8e50c9725.jpg?1614162886)
NOMBRE: Calíope Berns; Kätz.
EDAD: 26 años.
ESPECIE: Semidiosa griega; hija de Hermes.
OCUPACIÓN: Ladrona.
HISTORIA: Nos remontamos a la zona de Hamburgo más fría y cruel. La zona que carece de lujo y sobre todo humanidad. Incluso cuando brilla el sol sobre estas calles se cierne la oscuridad, reinadas por la enfermedad y el pecado. Entre cajas vacías que desprenden un fuerte hedor a pescado podrido, Daphne ayudada por sus compañeras del prostíbulo dio a luz a un pequeño retoño de suave pelusa castaña.Su madre se encargó de poner a Calíope en la calle en cuanto tuvo edad para andar y tener un buen repertorio de palabras. Necesitaba dinero pues a pesar de que se mataba cada noche para traer varios hombres a casa, no le daba para a final de mes pagar todo lo que debía a Moritz, el jefe del prostíbulo. A la edad de seis años la pequeña ponía todo su empeño en ayudar a su progenitora; se sentaba en una de las calles más transitadas del barrio esperando que le lloviese alguna moneda o uno de aquellos papeles verdes.
Al final del día conseguía a lo sumo lo bastante como para arrancarle a su madre una sonrisa. Sin embargo, lo que le parecía un entretenimiento diario bien pagado acabó pronto cuando un par de guardias trataron de arrestarla y llevarla al hospicio. Era lo normal pues una niña tan pequeña no podía andar casi las veinticuatro horas del día por aquellas calles sola. Calíope trató de escapar de aquellos agentes, defendiéndose de sus agarres a arañazos y mordiscos. Y, la terminaron soltando. Pero no fue en absoluto por ese arrebato tan salvaje sino gracias a un muchacho vestido con harapos y cara de pillo que aseguró que la chica era su hermana.
Hans era un huérfano de ocho años que aparentaba unos pocos más a causa de la vida callejera que le había dotado de soltura e ingenio. Aprovechando que Calíope era escurridiza, ágil y pequeña de complexión, Hans la adentró en la vida del robo y las apuestas, en el dinero fácil. Sorprendentemente, aquello se le daba realmente bien a la chiquilla. Era como si hubiese nacido para aquello. Tenía una maña natural para no ser vista, para pasar inadvertida y que la gente ni notase cuando les desprendía de sus carteras con sus pequeñas manos. El chico incluso la apodó 'Kätz' por la semejanza que la chica tenía con un gato. Ambos se hicieron uña y carne, que sólo se separaban cuando el sereno acudía a despedir a Lorenzo.
La amistad de ambos duró hasta el día que Calíope cumplió doce años. Hans quería hacer algo especial por su cumpleaños, quería conseguirle un colgante que probablemente ni en toda una vida robos podrían conseguir comprar. Los dos se reunieron antes del ocaso junto a la famosa joyería que distaba bastante del barrio que consideraban hogar. Hans, experto en allanamientos, se dispuso a abrir la cerradura del establecimiento mientras Calíope impaciente, soñaba con aquel collar alrededor de su cuello. No obstante, algo inesperado ocurrió. No sonó ninguna alarma. Ellos eran previsores y nunca atracaban ningún sitio de alta vigilancia. Un agente disfrazado de paisano le asestó un golpe en la cabeza a Hans que cayó inconsciente ipso facto. Aquel guardia llevaba años siguiéndole la pista a aquel pillo y al fin podría ponerle punto final a sus fechorías. Calíope que no esperaba aquello quedó helada por la sorpresa y el miedo. Trató de gritar pero ninguna exclamación salió de sus cuerdas vocales, trató de abalanzarse sobre el hombre pero su menudo cuerpo atravesaba el grueso y curtido de él. ¿Qué ocurría? ¿Por qué no la veía? ¿Por qué no podía detenerle? Se quedó allí sin poder hacer nada, viendo como se llevaban en un coche patrulla a su amigo. Aquella fue la última noche que le vio y, aunque todas y cada una de las siguientes le esperó junto a la esquina donde siempre se despedían, él nunca más volvió a aparecer.
El invierno de aquel mismo año su madre cayó gravemente enferma y su salud no pudo hacer un último esfuerzo antes de que llegase la primavera. Calíope ahora temía por su futuro. Ninguna de las que fueron amigas de su madre querían hacerse cargo de una niña de doce años, por mucho cariño que le tuviesen. Para ellas sólo era un estorbo.
Cuando creyó que pronto no tendría más cobijo que los toldos sin recoger de alguna tienda o el banco libre de algún parque, la persona que menos se esperaba que le fuese a ofrecer ayuda la buscó al piso destartalado que en un par de días debía abandonar. Moritz, el jefe de su madre. Quería que trabajase para él. No como prostituta, lo cual ella jamás aceptaría, sino como su mano derecha, haciéndole pequeños favores. A partir de aquel momento, Calíope pasó a ser la protegida de aquel hombre. Dejó de ser la niña desvalida ladrona para ser una de las co-propietarias de la casa roja. Se encargaba de la administración, de que las deudas fuesen pagadas y de realizar pequeñas inversiones que hiciesen crecer aquel negocio inmoral. No supo nunca por qué la eligió a ella. A una niña, por muy espabilada que fuese. Claro, ella jamás se habría imaginado que aquel hombre tan temido e influyente en los barrios bajos fuese su padre biológico: el dios Hermes disfrazado.
Aunque su vida había mejorado muchísimo, Calíope no era feliz. Había perdido a su madre, a su mejor amigo y llevaba una vida que no deseaba a nadie.
Un día, como todo lo que llegaba o se iba de su vida, una chica de su edad más o menos vino de visita al burdel. No supo cómo pero entre una cosa y otra terminó por relatarle su vida entera. Parecía que una mirada les bastaba a ambas para saber cómo se sentía la otra y Calíope había visto en los ojos de aquella nueva amiga la misma tristeza que ella sentía. Esa chica consiguió convencerla para que al anochecer hiciese las maletas. Que empaquetase en una bolsa de viaje diecinueve años de vida y se marchasen con el propósito de empezar de cero.
Heaven's Town, su nuevo destino donde Calíope cree que podrá reescribir su vida. ¿Lo conseguirá o los fantasmas de su pasado estarán dispuestos a no hacerla olvidar quien es?
Llena de vitalidad y alegría aunque su alma llore. Es una joven madura para su edad por todo lo que ha vivido, aunque sufre bastantes brotes de infantilismo. Entusiasta y decidida. Es bastante desconfiada y puede parecer muy borde en ocasiones pero en el fondo es tan blanda como la miga del pan. Si se deja es muy amigable y protectora con los suyos. Fiel a quien debe hasta la muerte. Su rostro aniñado engaña bastante a su mente despierta y pícara. A pesar de todo lo dicho, el carácter de Calíope dista mucho de la dulzura que irradia. Es fuerte y tiene muy mal genio si se la cabrea, cosa que pocos han conseguido pues es bastante paciente.
CURIOSIDADES:
―Vive con Althea, están asociadas y se reparten los botines siempre a partes iguales.
―Del dúo ella es la que lleva a cabo la acción y la que consigue los contactos, pero también es la más impetuosa y eso le ha costado ser casi descubierta en numerosas ocasiones.
―Es de los pocos semidioses que tiene una relación medianamente buena con su padre.
FC: Zoey Deutch.
ESTADO: LIBRE
EDAD: 26 años.
ESPECIE: Semidiosa griega; hija de Hermes.
OCUPACIÓN: Ladrona.
HISTORIA: Nos remontamos a la zona de Hamburgo más fría y cruel. La zona que carece de lujo y sobre todo humanidad. Incluso cuando brilla el sol sobre estas calles se cierne la oscuridad, reinadas por la enfermedad y el pecado. Entre cajas vacías que desprenden un fuerte hedor a pescado podrido, Daphne ayudada por sus compañeras del prostíbulo dio a luz a un pequeño retoño de suave pelusa castaña.Su madre se encargó de poner a Calíope en la calle en cuanto tuvo edad para andar y tener un buen repertorio de palabras. Necesitaba dinero pues a pesar de que se mataba cada noche para traer varios hombres a casa, no le daba para a final de mes pagar todo lo que debía a Moritz, el jefe del prostíbulo. A la edad de seis años la pequeña ponía todo su empeño en ayudar a su progenitora; se sentaba en una de las calles más transitadas del barrio esperando que le lloviese alguna moneda o uno de aquellos papeles verdes.
Al final del día conseguía a lo sumo lo bastante como para arrancarle a su madre una sonrisa. Sin embargo, lo que le parecía un entretenimiento diario bien pagado acabó pronto cuando un par de guardias trataron de arrestarla y llevarla al hospicio. Era lo normal pues una niña tan pequeña no podía andar casi las veinticuatro horas del día por aquellas calles sola. Calíope trató de escapar de aquellos agentes, defendiéndose de sus agarres a arañazos y mordiscos. Y, la terminaron soltando. Pero no fue en absoluto por ese arrebato tan salvaje sino gracias a un muchacho vestido con harapos y cara de pillo que aseguró que la chica era su hermana.
Hans era un huérfano de ocho años que aparentaba unos pocos más a causa de la vida callejera que le había dotado de soltura e ingenio. Aprovechando que Calíope era escurridiza, ágil y pequeña de complexión, Hans la adentró en la vida del robo y las apuestas, en el dinero fácil. Sorprendentemente, aquello se le daba realmente bien a la chiquilla. Era como si hubiese nacido para aquello. Tenía una maña natural para no ser vista, para pasar inadvertida y que la gente ni notase cuando les desprendía de sus carteras con sus pequeñas manos. El chico incluso la apodó 'Kätz' por la semejanza que la chica tenía con un gato. Ambos se hicieron uña y carne, que sólo se separaban cuando el sereno acudía a despedir a Lorenzo.
La amistad de ambos duró hasta el día que Calíope cumplió doce años. Hans quería hacer algo especial por su cumpleaños, quería conseguirle un colgante que probablemente ni en toda una vida robos podrían conseguir comprar. Los dos se reunieron antes del ocaso junto a la famosa joyería que distaba bastante del barrio que consideraban hogar. Hans, experto en allanamientos, se dispuso a abrir la cerradura del establecimiento mientras Calíope impaciente, soñaba con aquel collar alrededor de su cuello. No obstante, algo inesperado ocurrió. No sonó ninguna alarma. Ellos eran previsores y nunca atracaban ningún sitio de alta vigilancia. Un agente disfrazado de paisano le asestó un golpe en la cabeza a Hans que cayó inconsciente ipso facto. Aquel guardia llevaba años siguiéndole la pista a aquel pillo y al fin podría ponerle punto final a sus fechorías. Calíope que no esperaba aquello quedó helada por la sorpresa y el miedo. Trató de gritar pero ninguna exclamación salió de sus cuerdas vocales, trató de abalanzarse sobre el hombre pero su menudo cuerpo atravesaba el grueso y curtido de él. ¿Qué ocurría? ¿Por qué no la veía? ¿Por qué no podía detenerle? Se quedó allí sin poder hacer nada, viendo como se llevaban en un coche patrulla a su amigo. Aquella fue la última noche que le vio y, aunque todas y cada una de las siguientes le esperó junto a la esquina donde siempre se despedían, él nunca más volvió a aparecer.
El invierno de aquel mismo año su madre cayó gravemente enferma y su salud no pudo hacer un último esfuerzo antes de que llegase la primavera. Calíope ahora temía por su futuro. Ninguna de las que fueron amigas de su madre querían hacerse cargo de una niña de doce años, por mucho cariño que le tuviesen. Para ellas sólo era un estorbo.
Cuando creyó que pronto no tendría más cobijo que los toldos sin recoger de alguna tienda o el banco libre de algún parque, la persona que menos se esperaba que le fuese a ofrecer ayuda la buscó al piso destartalado que en un par de días debía abandonar. Moritz, el jefe de su madre. Quería que trabajase para él. No como prostituta, lo cual ella jamás aceptaría, sino como su mano derecha, haciéndole pequeños favores. A partir de aquel momento, Calíope pasó a ser la protegida de aquel hombre. Dejó de ser la niña desvalida ladrona para ser una de las co-propietarias de la casa roja. Se encargaba de la administración, de que las deudas fuesen pagadas y de realizar pequeñas inversiones que hiciesen crecer aquel negocio inmoral. No supo nunca por qué la eligió a ella. A una niña, por muy espabilada que fuese. Claro, ella jamás se habría imaginado que aquel hombre tan temido e influyente en los barrios bajos fuese su padre biológico: el dios Hermes disfrazado.
Aunque su vida había mejorado muchísimo, Calíope no era feliz. Había perdido a su madre, a su mejor amigo y llevaba una vida que no deseaba a nadie.
Un día, como todo lo que llegaba o se iba de su vida, una chica de su edad más o menos vino de visita al burdel. No supo cómo pero entre una cosa y otra terminó por relatarle su vida entera. Parecía que una mirada les bastaba a ambas para saber cómo se sentía la otra y Calíope había visto en los ojos de aquella nueva amiga la misma tristeza que ella sentía. Esa chica consiguió convencerla para que al anochecer hiciese las maletas. Que empaquetase en una bolsa de viaje diecinueve años de vida y se marchasen con el propósito de empezar de cero.
Heaven's Town, su nuevo destino donde Calíope cree que podrá reescribir su vida. ¿Lo conseguirá o los fantasmas de su pasado estarán dispuestos a no hacerla olvidar quien es?
Llena de vitalidad y alegría aunque su alma llore. Es una joven madura para su edad por todo lo que ha vivido, aunque sufre bastantes brotes de infantilismo. Entusiasta y decidida. Es bastante desconfiada y puede parecer muy borde en ocasiones pero en el fondo es tan blanda como la miga del pan. Si se deja es muy amigable y protectora con los suyos. Fiel a quien debe hasta la muerte. Su rostro aniñado engaña bastante a su mente despierta y pícara. A pesar de todo lo dicho, el carácter de Calíope dista mucho de la dulzura que irradia. Es fuerte y tiene muy mal genio si se la cabrea, cosa que pocos han conseguido pues es bastante paciente.
CURIOSIDADES:
―Vive con Althea, están asociadas y se reparten los botines siempre a partes iguales.
―Del dúo ella es la que lleva a cabo la acción y la que consigue los contactos, pero también es la más impetuosa y eso le ha costado ser casi descubierta en numerosas ocasiones.
―Es de los pocos semidioses que tiene una relación medianamente buena con su padre.
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ESTADO: LIBRE
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NOMBRE: Amarna Beb Trisca.
EDAD: 38 años.
ESPECIE: Semidiosa egipcia; hija de Tot.
OCUPACIÓN: Profesora de música en el instituto.
HISTORIA: Amarna Beb Trisca nació en la gran ciudad de El Cairo un 12 de junio. Primera hija que una pareja egipcia que no tenía nada que envidiar al resto del mundo, a la pequeña le esperaba una vida llena de felicidad digna de cualquier niño sobre la faz de la tierra. Aparentemente, pues a lo largo de los años y por desgracia las cosas acabarían torciéndose y tomando un rumbo completamente diferente. Su padre era un empresario de gran prestigio conocido alrededor de Egipto, gracias a sus hazañas y su vida de grandes lujos. Había conocido a la que sería la futura madre de Amarna en el instituto, y sus hijos serían fruto de un amor joven y sano. O de eso se trataba antes de que el señor Trisca perdiera la cabeza.
Todo se torció cuando la niña cumplió 5 años, aunque eso no tiene nada que ver con el motivo que hizo que Kosei Trisca cambiara radicalmente, convirtiéndose en un auténtico monstruo. Últimamente Amarna había escuchado cosas que una niña de esa edad no debía escuchar, cosas como que era una bastarda, algo relacionado con el dios Tot y gritos desgarradores que como mecanismo de defensa solía atribuir a las recurrentes pesadillas. ¿Cómo podía una niña de esa edad concebir que sus padres no se querían? Ni siquiera se le había pasado por la cabeza, hasta que llegó el día en el que esos ruidos se convirtieron en escenas. Al ser una niña realmente movida, una de las de las ocasiones en las que había escapado de su habitación le permitió presenciar aquello: su padre, pegando a su madre en pleno salón. Jamás olvidaría el grito que brotó de su propia garganta.
No volvió a gritar desde entonces.
Después de aquello su padre se encargó de que jamás volviera a ver a su madre, aquella madre que a pesar de lo que estaba sufriendo día a día, nunca dejó de brindarle amor y cariño. A pesar de la corta edad con la que lo separaron de ella, tenía muy presentes aquellas noches en las que su madre se quedaba estirada junto a ella, en su cama, acariciándole la mejilla con ojos brillantes, una pequeña sonrisa adornando su rostro. Amarna no iba a volver a sentirse segura nunca más, y lo sabía.
Kosei Trsica se encargó de ingresarla en un psiquiátrico, alegando que se había vuelto loca al no poder aguantar su estilo de vida. Nadie puso pegas a este hecho a excepción de ella, puesto que el poder de influencia del mayor era notable alrededor de Egipto y ni siquiera un juez se atrevía a poner todo aquello en duda. Si hasta el más poderoso del país temía a su padre, ¿cómo iba Amarna a dormir tranquila? Su madre se resistió hasta el último momento, pero de poco sirvió una vez la encerraron en su celda. La luz de la pequeña se apagó.
El único consuelo que le quedaba a Nerys, la madre de Amarna, era que Kosei había descargado su rabia al saber de su engaño contra ella en vez de contra la niña. Era lógico, pues nadie sería tan idiota como para convertirse en el epicentro de la cólera de un dios, pero utilizó esa baza para convertir a Amarna en un prodigio de la música pues su verdadero padre era dios de la música, entre otras cosas.
Los años pasaban y no fue hasta que Amarna cumplió los quince años que la bancarrota hizo que su padre perdiera todo el dinero que le quedaba. El hecho de que Kosei lo despilfarrara día sí y día también, sumado a los numerosos gastos que suponía la niña, hizo que no le quedara absolutamente nada. Los años que transcurrirían después de eso se basaron en vivir a base de deudas, pues a pesar de ello su padre seguía sin modificar su estilo de vida. Muchas veces, cuando Amarna volvía del instituto o del conservatorio más tarde de lo normal, ya fuera porque tuviera que hacer un trabajo o cualquier otro motivo y su padre estuviera en casa, tenía que quedarse a dormir en el mismo portal pues este no lo dejaba entrar. Así fue la vida de la morena durante demasiado tiempo.
En el instituto sus calificaciones eran excelentes, aunque cierto era que esto se debía a su inteligencia y no precisamente al tiempo invertido en el estudio, pues no disponía de mucho. Siempre fue conocida por ser un chico algo frío y maleducado si le hablaban de manera indiscreta, no estaba abierta a relacionarse pues no quería más problemas y cargas en su vida. De cara a su madre podía ser la persona más amable y cariñosa del mundo, pero no de cara al resto del mundo. Siempre se le veía en los rincones con un cigarrillo colgando de sus labios, intentando calmar la intensidad de sus pensamientos.
La primera persona con la que interactuó mínimamente en toda su vida más allá de su hermana, fue un chico. Lo conoció una tarde de invierno, en el conservatorio. La nieve caía sin parar a través de la ventana, y Amarna no podía apartar la mirada del exterior, hipnotizada y perdida en el mar de sus pensamientos como ya era costumbre. Fue entonces cuando escuchó que la profesora hablaba, y casualmente él se hallaba a su lado, mirando sus propias manos. Parecía nervioso, cohibido. Para su propia sorpresa, la morena no pudo dejar de mirarlo en lo que quedaba de hora pues le era extrañamente familiar. La joven no llegó a darse cuenta de a quien estaba mirando con tanta curiosidad era nada más y nada menos que su verdadero padre, el dios pájaro Tot.
Hicieron falta semanas para que ambos jóvenes entablaran una conversación más allá de los típicos saludos ya que Amarna no estaba por la labor de relacionarse con otra persona que no fuera ella misma, pero cuando aquello ocurrió, la semidiosa sintió una conexión extraña con su interlocutor, como si lo conociera desde siempre. Hicieron falta varias semanas más para que Tot le revelara su verdadera identidad y aunque Amarna se mostró escéptica al principio e incluso tomó a su amigo por loco quedó convencida cuando éste le mostró su verdadera forma: la de un hombre con cabeza de ibis.
Cuando acabó el instituto y pudo graduarse, a Amarna no le quedó más remedio que buscarse un trabajo: Kosei desde luego no iba a pagarle los estudios. A partir de ese momento vivió de pequeños trabajos a escondidas de Kosei, trabajos que le permitieron ir ahorrando dinero poco a poco. Dos años más tarde, nada más cumplir los dieciocho, reunió la cantidad suficiente como para escaparse del país, dejando atrás toda una vida de pesadilla. Kosei Trisca no opuso resistencia.
Cuando Amarna escuchó hablar de la historia de Heaven's Town, gracias a Tot, encontró en ella la oportunidad de dejar atrás todo lo que había vivido y poder por fin estar en plena libertad. Nunca antes había escuchado hablar del pasado de esta ciudad, pero en cuanto supo de ella le hipnotizó y no tuvo duda de que sería su destino.
CURIOSIDADES:
—Con sus alumnos puede llegar a ser la persona más cariñosa y comprensiva del mundo, pero con el resto del mundo se comporta de una manera fría, llegando muchas veces a resultar maleducada.
—Siente un odio profundo hacia la gente con mucho poder adquisitivo, llevada por los prejuicios en ese aspecto.
—Sabe hablar francés a la perfección, y siente una fascinación por el mundo de la música y el de la escritura. Su especialidad es escribir poesía, puede pasarse horas encerrada en una habitación sin despegarse de su preciado cuaderno, que ha narrado siempre sus vivencias. A su vez también domina la guitarra, el piano, el violín e incluso el arpa.
FC: Sofia Boutella.
ESTADO: LIBRE.
EDAD: 38 años.
ESPECIE: Semidiosa egipcia; hija de Tot.
OCUPACIÓN: Profesora de música en el instituto.
HISTORIA: Amarna Beb Trisca nació en la gran ciudad de El Cairo un 12 de junio. Primera hija que una pareja egipcia que no tenía nada que envidiar al resto del mundo, a la pequeña le esperaba una vida llena de felicidad digna de cualquier niño sobre la faz de la tierra. Aparentemente, pues a lo largo de los años y por desgracia las cosas acabarían torciéndose y tomando un rumbo completamente diferente. Su padre era un empresario de gran prestigio conocido alrededor de Egipto, gracias a sus hazañas y su vida de grandes lujos. Había conocido a la que sería la futura madre de Amarna en el instituto, y sus hijos serían fruto de un amor joven y sano. O de eso se trataba antes de que el señor Trisca perdiera la cabeza.
Todo se torció cuando la niña cumplió 5 años, aunque eso no tiene nada que ver con el motivo que hizo que Kosei Trisca cambiara radicalmente, convirtiéndose en un auténtico monstruo. Últimamente Amarna había escuchado cosas que una niña de esa edad no debía escuchar, cosas como que era una bastarda, algo relacionado con el dios Tot y gritos desgarradores que como mecanismo de defensa solía atribuir a las recurrentes pesadillas. ¿Cómo podía una niña de esa edad concebir que sus padres no se querían? Ni siquiera se le había pasado por la cabeza, hasta que llegó el día en el que esos ruidos se convirtieron en escenas. Al ser una niña realmente movida, una de las de las ocasiones en las que había escapado de su habitación le permitió presenciar aquello: su padre, pegando a su madre en pleno salón. Jamás olvidaría el grito que brotó de su propia garganta.
No volvió a gritar desde entonces.
Después de aquello su padre se encargó de que jamás volviera a ver a su madre, aquella madre que a pesar de lo que estaba sufriendo día a día, nunca dejó de brindarle amor y cariño. A pesar de la corta edad con la que lo separaron de ella, tenía muy presentes aquellas noches en las que su madre se quedaba estirada junto a ella, en su cama, acariciándole la mejilla con ojos brillantes, una pequeña sonrisa adornando su rostro. Amarna no iba a volver a sentirse segura nunca más, y lo sabía.
Kosei Trsica se encargó de ingresarla en un psiquiátrico, alegando que se había vuelto loca al no poder aguantar su estilo de vida. Nadie puso pegas a este hecho a excepción de ella, puesto que el poder de influencia del mayor era notable alrededor de Egipto y ni siquiera un juez se atrevía a poner todo aquello en duda. Si hasta el más poderoso del país temía a su padre, ¿cómo iba Amarna a dormir tranquila? Su madre se resistió hasta el último momento, pero de poco sirvió una vez la encerraron en su celda. La luz de la pequeña se apagó.
El único consuelo que le quedaba a Nerys, la madre de Amarna, era que Kosei había descargado su rabia al saber de su engaño contra ella en vez de contra la niña. Era lógico, pues nadie sería tan idiota como para convertirse en el epicentro de la cólera de un dios, pero utilizó esa baza para convertir a Amarna en un prodigio de la música pues su verdadero padre era dios de la música, entre otras cosas.
Los años pasaban y no fue hasta que Amarna cumplió los quince años que la bancarrota hizo que su padre perdiera todo el dinero que le quedaba. El hecho de que Kosei lo despilfarrara día sí y día también, sumado a los numerosos gastos que suponía la niña, hizo que no le quedara absolutamente nada. Los años que transcurrirían después de eso se basaron en vivir a base de deudas, pues a pesar de ello su padre seguía sin modificar su estilo de vida. Muchas veces, cuando Amarna volvía del instituto o del conservatorio más tarde de lo normal, ya fuera porque tuviera que hacer un trabajo o cualquier otro motivo y su padre estuviera en casa, tenía que quedarse a dormir en el mismo portal pues este no lo dejaba entrar. Así fue la vida de la morena durante demasiado tiempo.
En el instituto sus calificaciones eran excelentes, aunque cierto era que esto se debía a su inteligencia y no precisamente al tiempo invertido en el estudio, pues no disponía de mucho. Siempre fue conocida por ser un chico algo frío y maleducado si le hablaban de manera indiscreta, no estaba abierta a relacionarse pues no quería más problemas y cargas en su vida. De cara a su madre podía ser la persona más amable y cariñosa del mundo, pero no de cara al resto del mundo. Siempre se le veía en los rincones con un cigarrillo colgando de sus labios, intentando calmar la intensidad de sus pensamientos.
La primera persona con la que interactuó mínimamente en toda su vida más allá de su hermana, fue un chico. Lo conoció una tarde de invierno, en el conservatorio. La nieve caía sin parar a través de la ventana, y Amarna no podía apartar la mirada del exterior, hipnotizada y perdida en el mar de sus pensamientos como ya era costumbre. Fue entonces cuando escuchó que la profesora hablaba, y casualmente él se hallaba a su lado, mirando sus propias manos. Parecía nervioso, cohibido. Para su propia sorpresa, la morena no pudo dejar de mirarlo en lo que quedaba de hora pues le era extrañamente familiar. La joven no llegó a darse cuenta de a quien estaba mirando con tanta curiosidad era nada más y nada menos que su verdadero padre, el dios pájaro Tot.
Hicieron falta semanas para que ambos jóvenes entablaran una conversación más allá de los típicos saludos ya que Amarna no estaba por la labor de relacionarse con otra persona que no fuera ella misma, pero cuando aquello ocurrió, la semidiosa sintió una conexión extraña con su interlocutor, como si lo conociera desde siempre. Hicieron falta varias semanas más para que Tot le revelara su verdadera identidad y aunque Amarna se mostró escéptica al principio e incluso tomó a su amigo por loco quedó convencida cuando éste le mostró su verdadera forma: la de un hombre con cabeza de ibis.
Cuando acabó el instituto y pudo graduarse, a Amarna no le quedó más remedio que buscarse un trabajo: Kosei desde luego no iba a pagarle los estudios. A partir de ese momento vivió de pequeños trabajos a escondidas de Kosei, trabajos que le permitieron ir ahorrando dinero poco a poco. Dos años más tarde, nada más cumplir los dieciocho, reunió la cantidad suficiente como para escaparse del país, dejando atrás toda una vida de pesadilla. Kosei Trisca no opuso resistencia.
Cuando Amarna escuchó hablar de la historia de Heaven's Town, gracias a Tot, encontró en ella la oportunidad de dejar atrás todo lo que había vivido y poder por fin estar en plena libertad. Nunca antes había escuchado hablar del pasado de esta ciudad, pero en cuanto supo de ella le hipnotizó y no tuvo duda de que sería su destino.
CURIOSIDADES:
—Con sus alumnos puede llegar a ser la persona más cariñosa y comprensiva del mundo, pero con el resto del mundo se comporta de una manera fría, llegando muchas veces a resultar maleducada.
—Siente un odio profundo hacia la gente con mucho poder adquisitivo, llevada por los prejuicios en ese aspecto.
—Sabe hablar francés a la perfección, y siente una fascinación por el mundo de la música y el de la escritura. Su especialidad es escribir poesía, puede pasarse horas encerrada en una habitación sin despegarse de su preciado cuaderno, que ha narrado siempre sus vivencias. A su vez también domina la guitarra, el piano, el violín e incluso el arpa.
FC: Sofia Boutella.
ESTADO: LIBRE.
![Imagen](/uploads/8/0/0/6/80064202/published/tumblr-a0ffe962a4bfdf97615dfa8c23c77169-2de9f7bb-540.jpg?1614162983)
NOMBRE: Primrose Dianthe Vryzas.
EDAD: 23 años.
ESPECIE: Semidiosa griega; hija de Perséfone.
OCUPACIÓN: Estudiante de bellas artes.
HISTORIA: Algunas personas nacen estrellas y otras están destinadas a estrellarse pero Primrose nació completamente estrellada. Para empezar nació fuera del matrimonio: su padre estaba casado y su madre era la mismísima Perséfone. Ambos con infinidad de responsabilidades, cargos y obligaciones rechazaron criar a la niña. La idea era dejarla en un orfanato pero Deméter pidió hacerse cargo de ella, así que desde prácticamente su nacimiento estuvo en contacto con los dioses.
Por supuesto, la diosa no podía estar con ella las veinticuatro horas del día así que las ninfas eran sus principales cuidadoras pero Primrose, apodada Maisie por su fijación con las margaritas, siempre prefería estar sola. ¿Por qué? Bueno, era sencillo: no quería ser una carga para nadie ya que siempre había sentido que lo era. Tenía que serlo si sus padres nunca quisieron hacerse cargo de ella.
Durante los meses requeridos, Perséfone iba a visitarla pero Maisie procuraba mantenerse alejada de ella, aunque no era como si a la diosa le importase demasiado. La pelirroja supuso que su madre iba a verla por petición de su abuela pero nada más.
Pronto llegó la hora de salir al mundo humano, las ninfas y su abuela ya le habían enseñado todo lo que debía saber pero en algún momento Maisie debería valerse por sí misma. El problema estaba en que Deméter no quería dejarla marchar, más que nada por el peligro que suponían los humanos para ella pero no le quedaba más remedio que hacerlo; Zeus había descubierto el secreto que había guardado durante tantos años y exigía que la semidiosa fuera a donde le correspondía. Y el único lugar donde podía estar a salvo era Heaven's Town.
Maisie, como exige que la llamen, es una chica complicada: no tiene problema alguno para relacionarse con la gente, pero prefiere como compañera la soledad que la ha acompañado desde siempre. Es bastante difícil definir al completo su personalidad puesto que, aunque es una chica muy vivaz y alegre, se nota que algo la atormenta.
No soporta las injusticias; si ve algo que no le gusta o no le parece correcto, siempre va a decir lo que piensa. Esto mismo es lo que muchas veces le ha perdido: su franqueza. Puede ser una persona bastante extrovertida, que así lo es a la hora de relacionarse con los demás, pero en realidad no se abre tan fácilmente con respecto a sus sentimientos. Es bastante buena ocultándolos, pues nunca le ha interesado parecer vulnerable a los ojos de los demás. La gente puede creer conocerla de muchos años, y no tener ni la más remota idea sobre ella.
CURIOSIDADES:
―Sus modales y etiqueta son excelentes.
―Ama el té por sobre todas las cosas.
―Su inteligencia es increíble.
―No le gusta nada que la molesten mientras dibuja o lee.
―Es vegana.
―Siempre se le mueren los cactus, no importa lo bien que los cuide.
―Lo más curioso y extraño de ella es que es alérgica al polen.
―Como nieta de Deméter e hija de Perséfone, Maisie ha heredado el control absoluto (más o menos) sobre las flores y plantas. Puede convertir cualquier cosa, incluso a las personas, en flores o cosas relacionadas con la flora. Pero como le pasó a su madre al convertirse en la Reina del Inframundo, también “heredó” ciertas habilidades como el control sobre la oscuridad y las sombras.
―Sabe controlar sus poderes, aunque todo depende de su estado de ánimo.
FC: Danielle Victoria Perry.
ESTADO: OCUPADA.
EDAD: 23 años.
ESPECIE: Semidiosa griega; hija de Perséfone.
OCUPACIÓN: Estudiante de bellas artes.
HISTORIA: Algunas personas nacen estrellas y otras están destinadas a estrellarse pero Primrose nació completamente estrellada. Para empezar nació fuera del matrimonio: su padre estaba casado y su madre era la mismísima Perséfone. Ambos con infinidad de responsabilidades, cargos y obligaciones rechazaron criar a la niña. La idea era dejarla en un orfanato pero Deméter pidió hacerse cargo de ella, así que desde prácticamente su nacimiento estuvo en contacto con los dioses.
Por supuesto, la diosa no podía estar con ella las veinticuatro horas del día así que las ninfas eran sus principales cuidadoras pero Primrose, apodada Maisie por su fijación con las margaritas, siempre prefería estar sola. ¿Por qué? Bueno, era sencillo: no quería ser una carga para nadie ya que siempre había sentido que lo era. Tenía que serlo si sus padres nunca quisieron hacerse cargo de ella.
Durante los meses requeridos, Perséfone iba a visitarla pero Maisie procuraba mantenerse alejada de ella, aunque no era como si a la diosa le importase demasiado. La pelirroja supuso que su madre iba a verla por petición de su abuela pero nada más.
Pronto llegó la hora de salir al mundo humano, las ninfas y su abuela ya le habían enseñado todo lo que debía saber pero en algún momento Maisie debería valerse por sí misma. El problema estaba en que Deméter no quería dejarla marchar, más que nada por el peligro que suponían los humanos para ella pero no le quedaba más remedio que hacerlo; Zeus había descubierto el secreto que había guardado durante tantos años y exigía que la semidiosa fuera a donde le correspondía. Y el único lugar donde podía estar a salvo era Heaven's Town.
Maisie, como exige que la llamen, es una chica complicada: no tiene problema alguno para relacionarse con la gente, pero prefiere como compañera la soledad que la ha acompañado desde siempre. Es bastante difícil definir al completo su personalidad puesto que, aunque es una chica muy vivaz y alegre, se nota que algo la atormenta.
No soporta las injusticias; si ve algo que no le gusta o no le parece correcto, siempre va a decir lo que piensa. Esto mismo es lo que muchas veces le ha perdido: su franqueza. Puede ser una persona bastante extrovertida, que así lo es a la hora de relacionarse con los demás, pero en realidad no se abre tan fácilmente con respecto a sus sentimientos. Es bastante buena ocultándolos, pues nunca le ha interesado parecer vulnerable a los ojos de los demás. La gente puede creer conocerla de muchos años, y no tener ni la más remota idea sobre ella.
CURIOSIDADES:
―Sus modales y etiqueta son excelentes.
―Ama el té por sobre todas las cosas.
―Su inteligencia es increíble.
―No le gusta nada que la molesten mientras dibuja o lee.
―Es vegana.
―Siempre se le mueren los cactus, no importa lo bien que los cuide.
―Lo más curioso y extraño de ella es que es alérgica al polen.
―Como nieta de Deméter e hija de Perséfone, Maisie ha heredado el control absoluto (más o menos) sobre las flores y plantas. Puede convertir cualquier cosa, incluso a las personas, en flores o cosas relacionadas con la flora. Pero como le pasó a su madre al convertirse en la Reina del Inframundo, también “heredó” ciertas habilidades como el control sobre la oscuridad y las sombras.
―Sabe controlar sus poderes, aunque todo depende de su estado de ánimo.
FC: Danielle Victoria Perry.
ESTADO: OCUPADA.
![Imagen](/uploads/8/0/0/6/80064202/published/tumblr-4122cc4ccf35c9d4cb3ed0c13a6b564e-9ac7d79d-540.jpg?1614163002)
NOMBRE: Melina Stavros.
EDAD: 23 años.
ESPECIE: Semidiosa griega; hija de Morfeo.
OCUPACIÓN: (A elección del user)
HISTORIA: Morfeo es uno de los dioses más importantes relacionados con los sueños humanos, siempre lo ha sido. Este tenía la capacidad de llevar con él a cualquier persona al mundo onírico, incluso el adoptar forma de algún humano importante para esa persona y así asegurarse llevarlo al más profundo sueño. Pero Morfeo no contaba con enamorarse de una de sus víctimas. Aunque quizás enamorarse tampoco era la palabra, ya sabemos que los dioses no son muy de lazos.
Nos situamos en Oia, Grecia, allí es donde comienza esta historia. La entrañable ciudad era el hogar de una mujer más entrañable incluso, Stella. Morfeo, cuando quiso visitarla, pensó que ella misma era la personificación de un sueño, ya que era imposible que alguien tuviera tal belleza y aquella aura que se le hacía imposible no acercarse a ella.
Stella tampoco pudo evitar caer ante el enigmático hombre, y siendo inevitable por parte de ambos, aquello que hicieron dio como fruto a una joven a los nueve meses.
La niña era una copia exacta a la de su madre, y Morfeo no podía querer más a aquella hija. Aunque no pudiera quedarse junto a Stella y su hija, Melina, Morfeo las visitaba cada cierto tiempo. Pero ese tiempo cada vez se fue alargando más y más. Las semanas se convirtieron en meses, y los meses en años.
Melina no podía evitar preguntar a su madre a veces dónde se encontraba su progenitor, a lo que la mujer respondía apartando la mirada con tristeza. Fue una época bastante dura para la niña, porque no solo se enfrentaba al abandono de su padre, sino que también comenzaba a enfrentarse por primera vez a que sus poderes salieran a la luz.
Melina siempre ha explicado que experimentar su poder es como entrar en un mundo paralelo, donde tu podías visitar a personas mientras dormían y acceder a sus sueños.
Al principio no es que esta hiciera más que observar, pero poco a poco los fue dominando más.
Comenzó alterando sueños de su madre. Stella tenía muchas pesadillas sobre el abandono de Morfeo, asi que Melina se encargaba de transformarlos en sueños más afables y buenos para la mujer. Luego, fue aprendiendo que, si quería, también podía inducir a la gente al sueño. Al sueño que ella quisiese. Lo comprobó en unas clases de matemáticas, donde hizo que uno de sus compañeros se durmiera de golpe, y con la pesadilla que le indujo, el chico despertó de golpe mientras que emitía un grito, haciendo que sus compañeros estallaran en risas.
Melina se sentía poderosa, se sentía como lo que era, una divinidad. En cambio, aquel alarde de poder comenzó a llevarle a experimentar más y más, hasta el punto de ser capaz de extraer pequeños objetos que ella imaginara en sus sueños.
La debilitaba mucho, pero merecía la pena imaginar algo en sueños y conseguir traerlo a la vida real.
Recordaba levantarse todos los días y comprobar como junto a ella, agarrado siempre por su mano, se encontraba con lo que ella misma había soñado, lo que había creado. Una vez soñó con una caja de música, donde las bailarinas se trataban de ella y su madre.
Los problemas comenzaron a llegar cuando Stella enfermó.
Stella le confesó a su hija que le quedaba poco tiempo de vida, pero le pidió que le prometiera que, aunque muriera, tratara de llevar una vida normal y no hiciera ninguna locura por recuperarla. Pero Melina veía aquello una locura, ¿cómo no iba a tratar de ayudar a su madre cuando era la única persona que tenía? De alguna forma, Melina consiguió encontrarse con su padre, y le suplicó que hiciera algo para ayudar a Stella. Pero se encontró con que los dioses eran los dioses, y Morfeo se había olvidado por completo de la existencia de estas, y además le había negado por completo la ayuda para conseguir que su madre siguiera con vida.
A los pocos meses, como ya había dicho, Stella falleció.
Melina apenas tenía 15 años, y la idea de encontrarse sola en un orfanato le aterrorizaba, por eso, llevó a cabo una medida desesperada. Soñó con su madre. Pero, además, consiguió después de usar muchos sus fuerzas, sacarla del sueño y devolverla a la vida real. Pensó “chúpate esa, Morfeo, tú mismo me has dado la oportunidad de traerla de vuelta”. Pero fue viendo con los meses que aquella… aquel ente no era su madre.
La supuesta Stella podía pasarse las horas sentada en el sofá y mirando a la nada. No respondía a cuando Melina la llamaba. Tenía que darle a veces de comer incluso. Bañarla… todo aquello que necesitara, ya que, al parecer, Stella no tenía intenciones ningunas de llevar a cabo una vida normal. Fue entonces cuando comprendió que los sueños jamás podrían sustituir a las personas.
Se planteó durante un tiempo matar ella misma a lo que fuera aquello, pero cada vez que la miraba era como ver a Stella, y se imaginaba a su queridísima madre abrazándola y bailando con ella. Fue entonces por lo que decidió huir lejos de allí, dejando al sueño abandonado.
Apenas tenía 17 años cuando yendo de ciudad en ciudad, conoció a Archie. Archie era también un semidiós como ella, y de alguna forma, encontró en él una nueva familia y un nuevo apoyo. Le confesó al cabo de los meses lo ocurrido con su madre, y Archie, sin dudarlo si quiera, acompañó a la semidiosa de vuelta a Oia. Estuvieron unas semanas allí hasta que Melina se vio con la fuerza suficiente. El semidios en ningún momento la presionó para que terminara con aquello cuanto antes, y es algo que Melina le agradecerá de por vida. Después de que Archie las dejara a solas durante unas horas, Melina consiguió acabar con la existencia de aquel sueño. Parecía que se lo había agradecido incluso.
Desde entonces, no volvió a pisar Oia.
Después de aquello, tanto ella como Archie se dirigieron a Toronto. Ninguno tenía mucho dinero que digamos, asi que… tuvieron que delinquir un poco. Fue una casualidad que durante uno de sus asaltos conocieran a Elio Hoffman, hijo de Nix. Los tres estaban completamente solos, así que no tardaron en formar un equipo al cual Archie solía llamar (y el resto odiaba cabe decir) demihomeless.
Aunque fue por un accidente, la muerte de uno de los semidioses, que el grupo se separó.
Melina lleva años sin ver a ninguno de sus amigos. Hasta ahora en Heavens, que quizás tengan la oportunidad de reencontrarse.
CURIOSIDADES:
-Contra todo pronóstico Melina es una persona que duerme exageradamente poco. Tiene miedo a soñar con su madre.
-Es la ternura personificada, aunque eso no quita que cuando la saques de quicio acabe haciendo que caigas en un profundo sueño hasta que ella vea oportuno.
-Al principio cuando solo estaban Archie, Elio y ella, les sacaba de quicio la cantidad de tonterías por segundo que podían decir los dos semidioses, aunque en el fondo ella evitaba reírse de estas mismas tonterías.
-Archie siempre fue importante para ella, y el separarse de él fue como perder de nuevo a parte de la familia. En cambio nunca se ha llegado a quitar la pulsera que le regaló este para “protegerlos” de Edith, pero además, una moneda que le regaló, la cual le ayuda a decidir siempre en situaciones extremas. Por eso de que da suerte no tiene más remedio que fiarse de la dichosa moneda
FC: Florence Pugh.
ESTADO: LIBRE.
EDAD: 23 años.
ESPECIE: Semidiosa griega; hija de Morfeo.
OCUPACIÓN: (A elección del user)
HISTORIA: Morfeo es uno de los dioses más importantes relacionados con los sueños humanos, siempre lo ha sido. Este tenía la capacidad de llevar con él a cualquier persona al mundo onírico, incluso el adoptar forma de algún humano importante para esa persona y así asegurarse llevarlo al más profundo sueño. Pero Morfeo no contaba con enamorarse de una de sus víctimas. Aunque quizás enamorarse tampoco era la palabra, ya sabemos que los dioses no son muy de lazos.
Nos situamos en Oia, Grecia, allí es donde comienza esta historia. La entrañable ciudad era el hogar de una mujer más entrañable incluso, Stella. Morfeo, cuando quiso visitarla, pensó que ella misma era la personificación de un sueño, ya que era imposible que alguien tuviera tal belleza y aquella aura que se le hacía imposible no acercarse a ella.
Stella tampoco pudo evitar caer ante el enigmático hombre, y siendo inevitable por parte de ambos, aquello que hicieron dio como fruto a una joven a los nueve meses.
La niña era una copia exacta a la de su madre, y Morfeo no podía querer más a aquella hija. Aunque no pudiera quedarse junto a Stella y su hija, Melina, Morfeo las visitaba cada cierto tiempo. Pero ese tiempo cada vez se fue alargando más y más. Las semanas se convirtieron en meses, y los meses en años.
Melina no podía evitar preguntar a su madre a veces dónde se encontraba su progenitor, a lo que la mujer respondía apartando la mirada con tristeza. Fue una época bastante dura para la niña, porque no solo se enfrentaba al abandono de su padre, sino que también comenzaba a enfrentarse por primera vez a que sus poderes salieran a la luz.
Melina siempre ha explicado que experimentar su poder es como entrar en un mundo paralelo, donde tu podías visitar a personas mientras dormían y acceder a sus sueños.
Al principio no es que esta hiciera más que observar, pero poco a poco los fue dominando más.
Comenzó alterando sueños de su madre. Stella tenía muchas pesadillas sobre el abandono de Morfeo, asi que Melina se encargaba de transformarlos en sueños más afables y buenos para la mujer. Luego, fue aprendiendo que, si quería, también podía inducir a la gente al sueño. Al sueño que ella quisiese. Lo comprobó en unas clases de matemáticas, donde hizo que uno de sus compañeros se durmiera de golpe, y con la pesadilla que le indujo, el chico despertó de golpe mientras que emitía un grito, haciendo que sus compañeros estallaran en risas.
Melina se sentía poderosa, se sentía como lo que era, una divinidad. En cambio, aquel alarde de poder comenzó a llevarle a experimentar más y más, hasta el punto de ser capaz de extraer pequeños objetos que ella imaginara en sus sueños.
La debilitaba mucho, pero merecía la pena imaginar algo en sueños y conseguir traerlo a la vida real.
Recordaba levantarse todos los días y comprobar como junto a ella, agarrado siempre por su mano, se encontraba con lo que ella misma había soñado, lo que había creado. Una vez soñó con una caja de música, donde las bailarinas se trataban de ella y su madre.
Los problemas comenzaron a llegar cuando Stella enfermó.
Stella le confesó a su hija que le quedaba poco tiempo de vida, pero le pidió que le prometiera que, aunque muriera, tratara de llevar una vida normal y no hiciera ninguna locura por recuperarla. Pero Melina veía aquello una locura, ¿cómo no iba a tratar de ayudar a su madre cuando era la única persona que tenía? De alguna forma, Melina consiguió encontrarse con su padre, y le suplicó que hiciera algo para ayudar a Stella. Pero se encontró con que los dioses eran los dioses, y Morfeo se había olvidado por completo de la existencia de estas, y además le había negado por completo la ayuda para conseguir que su madre siguiera con vida.
A los pocos meses, como ya había dicho, Stella falleció.
Melina apenas tenía 15 años, y la idea de encontrarse sola en un orfanato le aterrorizaba, por eso, llevó a cabo una medida desesperada. Soñó con su madre. Pero, además, consiguió después de usar muchos sus fuerzas, sacarla del sueño y devolverla a la vida real. Pensó “chúpate esa, Morfeo, tú mismo me has dado la oportunidad de traerla de vuelta”. Pero fue viendo con los meses que aquella… aquel ente no era su madre.
La supuesta Stella podía pasarse las horas sentada en el sofá y mirando a la nada. No respondía a cuando Melina la llamaba. Tenía que darle a veces de comer incluso. Bañarla… todo aquello que necesitara, ya que, al parecer, Stella no tenía intenciones ningunas de llevar a cabo una vida normal. Fue entonces cuando comprendió que los sueños jamás podrían sustituir a las personas.
Se planteó durante un tiempo matar ella misma a lo que fuera aquello, pero cada vez que la miraba era como ver a Stella, y se imaginaba a su queridísima madre abrazándola y bailando con ella. Fue entonces por lo que decidió huir lejos de allí, dejando al sueño abandonado.
Apenas tenía 17 años cuando yendo de ciudad en ciudad, conoció a Archie. Archie era también un semidiós como ella, y de alguna forma, encontró en él una nueva familia y un nuevo apoyo. Le confesó al cabo de los meses lo ocurrido con su madre, y Archie, sin dudarlo si quiera, acompañó a la semidiosa de vuelta a Oia. Estuvieron unas semanas allí hasta que Melina se vio con la fuerza suficiente. El semidios en ningún momento la presionó para que terminara con aquello cuanto antes, y es algo que Melina le agradecerá de por vida. Después de que Archie las dejara a solas durante unas horas, Melina consiguió acabar con la existencia de aquel sueño. Parecía que se lo había agradecido incluso.
Desde entonces, no volvió a pisar Oia.
Después de aquello, tanto ella como Archie se dirigieron a Toronto. Ninguno tenía mucho dinero que digamos, asi que… tuvieron que delinquir un poco. Fue una casualidad que durante uno de sus asaltos conocieran a Elio Hoffman, hijo de Nix. Los tres estaban completamente solos, así que no tardaron en formar un equipo al cual Archie solía llamar (y el resto odiaba cabe decir) demihomeless.
Aunque fue por un accidente, la muerte de uno de los semidioses, que el grupo se separó.
Melina lleva años sin ver a ninguno de sus amigos. Hasta ahora en Heavens, que quizás tengan la oportunidad de reencontrarse.
CURIOSIDADES:
-Contra todo pronóstico Melina es una persona que duerme exageradamente poco. Tiene miedo a soñar con su madre.
-Es la ternura personificada, aunque eso no quita que cuando la saques de quicio acabe haciendo que caigas en un profundo sueño hasta que ella vea oportuno.
-Al principio cuando solo estaban Archie, Elio y ella, les sacaba de quicio la cantidad de tonterías por segundo que podían decir los dos semidioses, aunque en el fondo ella evitaba reírse de estas mismas tonterías.
-Archie siempre fue importante para ella, y el separarse de él fue como perder de nuevo a parte de la familia. En cambio nunca se ha llegado a quitar la pulsera que le regaló este para “protegerlos” de Edith, pero además, una moneda que le regaló, la cual le ayuda a decidir siempre en situaciones extremas. Por eso de que da suerte no tiene más remedio que fiarse de la dichosa moneda
FC: Florence Pugh.
ESTADO: LIBRE.
![Imagen](/uploads/8/0/0/6/80064202/tumblr-6c34e59359d0c3ce4bb42535bf64a810-07ed2a2e-400-1_orig.jpg)
NOMBRE: Ebina Etsuya.
EDAD: 29 años.
ESPECIE: Semidiosa hija de Susanoo
OCUPACIÓN: (a elección del user)
HISTORIA: Ebina creció en una familia con alto poder adquisitivo. Su madre, Hanan, era la hija de un importante empresario japonés. Nunca le dieron muchas explicaciones sobre quien era su padre, es más, ni si quiera lo mencionaban. Era como un tema tabú en esa casa. Aunque tampoco es que hubiera mucha comunicación en aquella familia.
Hanan era muy joven cuando la tuvo, y a Ebina le sorprendía que viendo lo conservadores que eran sus abuelos, no hubieran repudiado a Hanan cuando les dijo que se quedó embarazada. De todas formas, todas las riquezas que poseían sus abuelos no la hicieron sentirse querida en absoluto, y eso provocaba que la niña llevara a cabo todo tipo de jugarretas y gamberradas para ganarse la atención de algún miembro de la familia. Pero efectivamente, no había respuestas. Su abuelo estaba demasiado ocupado con los negocios. Su abuela demasiado ocupada en ser una esposa ejemplar.
Y su madre… su madre estaba ocupada viviendo la vida de fiestas y exceso de la cual no se iba a privar ni mucho menos por haber tenido una hija.
Apenas veía a Hanan, y cuando lo hacía, la mujer estaba demasiado borracha o resacosa como para si quiera mirarla.
Eso provocó en Ebina un sentimiento inevitable de rechazo hacia su madre y hacia todo en general, convirtiéndole en la persona que era ahora. Una persona arisca y fría, la cual no le importa soltar lo que piensa a sabiendas el daño que puede provocar. Y fue esa última cualidad la que le hizo enterarse de quien era su padre.
Se había desvelado en medio de la noche, y a pesar de tener gente del servicio que con llamarle desde la habitación te traía cualquier cosa que deseara, Ebina prefirió ir ella misma a por un vaso de agua. Al bajar, encontró a su madre sentada en el enorme comedor con una botella de alcohol en la mano. La semidiosa la miró con rechazo y una mueca bastante clara de que no era de su agrado. Hanan no esperaba que su hija la quisiera después de haberla prácticamente ignorado durante sus nueve años de vida. No sabía exactamente como salió la conversación entre ambas, pero acabaron discutiendo para variar. Pero lo que sentenció la discusión fue la confesión de Hannan sobre quien era el padre de Ebina. El mismísimo Susanoo.
No le contó como se conocieron, pero sí que cuando se quedó embarazada, Susanoo prácticamente rehusó de ella, como si ya hubiese conseguido lo que quería. Hanan le dijo que lo peor había sido confesárselo a sus padres, pero que estos ya lo sabían incluso antes que ella, y afirmaron que seguirían con el embarazo sin importar lo que pasara, lo que le hizo suponer a Hanan en el momento que Susanoo ya se había encargado de asegurar el nacimiento de Ebina. Fue duro escuchar por parte de su madre todo aquello. Habría preferido que le dijera que nunca le había querido a lo que realmente pasaba con Hanan. Los padres de la chica se habían volcado tanto en el embarazo, que Hanan perdió todo el interés por la niña, ya que sentía que ya no era algo suyo. Habían borrado todo lo bonito que era la maternidad, prohibiéndole a la mujer que se acercara si quiera a la niña. “No estas capacitada para educar a una divinidad, Hanan. No entendemos porque te ha elegido Susanoo”, le dijeron en su momento.
Ebina llegó a sentir lástima por Hanan cuando le confesó aquello, pero nunca pensó que podría llegar a perdonar a la mujer. Desde ese momento, Ebina se encargó de hacer honor a su sangre por parte de de padre, siendo el caos y la batalla personificada. Todo lo que podía ser en el instituto claro, más que nada porque pasaba más tiempo expulsada que en clase. Eso sin contar con los cinco cambios de instituto que tuvieron que hacer.
El mismo año en el que Hanan desapareció del mapa debido a la presión y la miserable vida que llevaba, Ebina se puso muy enferma. Pasó meses en cama, incapaz de moverse si quiera, y en ese momento fue la primera vez que deseó que su madre estuviera allí junto a ella. Pero mira por donde aquello hizo que conociera a su padre por fin. Este se presentó allí, y le habló de su maldición. Susanoo y Amaterasu nunca habían sido del agrado mutuo, y tras varios enfrentamientos, tuvieron que aprender a vivir con la existencia del otro. Pero Tsukuyomi, quiso vengarse de sus hermanos a través de los hijos de estos. El hijo de Amateraso era Aki, un joven que vivía junto a su abuela.
Iba en el adn de Ebina y Aki el llevarse mal, pero si no conseguían convivir el uno con el otro, el estar juntos, acabarían muriendo. Fue por eso, que sacando fuerzas de donde no había, Ebina emprendió la búsqueda de su primo Aki para asi seguir con vida. Aunque había días en los que prefería estar muerta antes que soportar a su primo.
Al cabo de los años acabaron conociendo a otro grupo de semidioses, al cual se unieron asi no estar solos ante la mera aventura que les era sobrevivir. También porque más de una vez, esos semidioses habían evitado que Ebina acabara con la vida de Aki durante una de las discusiones de ambos.
Tras separarse todos los semidioses debido a la perdida de uno de ellos, los dos primos tuvieron que continuar juntos, encontrando un nuevo lugar en el que vivir en Heavens Town.
CURIOSIDADES:
-Aunque rara vez lo hará, la semidiosa canta como los ángeles. Solo la encontrarás cantando si cree que está sola.
-En el fondo, aunque le cueste admitirlo muchísimo, le tiene mucho cariño a Aki, y ya no solo por la maldición, pero si le pasara algo, le dolería muchísimo.
FC: Kiko Mizuhara.
ESTADO: LIBRE.
EDAD: 29 años.
ESPECIE: Semidiosa hija de Susanoo
OCUPACIÓN: (a elección del user)
HISTORIA: Ebina creció en una familia con alto poder adquisitivo. Su madre, Hanan, era la hija de un importante empresario japonés. Nunca le dieron muchas explicaciones sobre quien era su padre, es más, ni si quiera lo mencionaban. Era como un tema tabú en esa casa. Aunque tampoco es que hubiera mucha comunicación en aquella familia.
Hanan era muy joven cuando la tuvo, y a Ebina le sorprendía que viendo lo conservadores que eran sus abuelos, no hubieran repudiado a Hanan cuando les dijo que se quedó embarazada. De todas formas, todas las riquezas que poseían sus abuelos no la hicieron sentirse querida en absoluto, y eso provocaba que la niña llevara a cabo todo tipo de jugarretas y gamberradas para ganarse la atención de algún miembro de la familia. Pero efectivamente, no había respuestas. Su abuelo estaba demasiado ocupado con los negocios. Su abuela demasiado ocupada en ser una esposa ejemplar.
Y su madre… su madre estaba ocupada viviendo la vida de fiestas y exceso de la cual no se iba a privar ni mucho menos por haber tenido una hija.
Apenas veía a Hanan, y cuando lo hacía, la mujer estaba demasiado borracha o resacosa como para si quiera mirarla.
Eso provocó en Ebina un sentimiento inevitable de rechazo hacia su madre y hacia todo en general, convirtiéndole en la persona que era ahora. Una persona arisca y fría, la cual no le importa soltar lo que piensa a sabiendas el daño que puede provocar. Y fue esa última cualidad la que le hizo enterarse de quien era su padre.
Se había desvelado en medio de la noche, y a pesar de tener gente del servicio que con llamarle desde la habitación te traía cualquier cosa que deseara, Ebina prefirió ir ella misma a por un vaso de agua. Al bajar, encontró a su madre sentada en el enorme comedor con una botella de alcohol en la mano. La semidiosa la miró con rechazo y una mueca bastante clara de que no era de su agrado. Hanan no esperaba que su hija la quisiera después de haberla prácticamente ignorado durante sus nueve años de vida. No sabía exactamente como salió la conversación entre ambas, pero acabaron discutiendo para variar. Pero lo que sentenció la discusión fue la confesión de Hannan sobre quien era el padre de Ebina. El mismísimo Susanoo.
No le contó como se conocieron, pero sí que cuando se quedó embarazada, Susanoo prácticamente rehusó de ella, como si ya hubiese conseguido lo que quería. Hanan le dijo que lo peor había sido confesárselo a sus padres, pero que estos ya lo sabían incluso antes que ella, y afirmaron que seguirían con el embarazo sin importar lo que pasara, lo que le hizo suponer a Hanan en el momento que Susanoo ya se había encargado de asegurar el nacimiento de Ebina. Fue duro escuchar por parte de su madre todo aquello. Habría preferido que le dijera que nunca le había querido a lo que realmente pasaba con Hanan. Los padres de la chica se habían volcado tanto en el embarazo, que Hanan perdió todo el interés por la niña, ya que sentía que ya no era algo suyo. Habían borrado todo lo bonito que era la maternidad, prohibiéndole a la mujer que se acercara si quiera a la niña. “No estas capacitada para educar a una divinidad, Hanan. No entendemos porque te ha elegido Susanoo”, le dijeron en su momento.
Ebina llegó a sentir lástima por Hanan cuando le confesó aquello, pero nunca pensó que podría llegar a perdonar a la mujer. Desde ese momento, Ebina se encargó de hacer honor a su sangre por parte de de padre, siendo el caos y la batalla personificada. Todo lo que podía ser en el instituto claro, más que nada porque pasaba más tiempo expulsada que en clase. Eso sin contar con los cinco cambios de instituto que tuvieron que hacer.
El mismo año en el que Hanan desapareció del mapa debido a la presión y la miserable vida que llevaba, Ebina se puso muy enferma. Pasó meses en cama, incapaz de moverse si quiera, y en ese momento fue la primera vez que deseó que su madre estuviera allí junto a ella. Pero mira por donde aquello hizo que conociera a su padre por fin. Este se presentó allí, y le habló de su maldición. Susanoo y Amaterasu nunca habían sido del agrado mutuo, y tras varios enfrentamientos, tuvieron que aprender a vivir con la existencia del otro. Pero Tsukuyomi, quiso vengarse de sus hermanos a través de los hijos de estos. El hijo de Amateraso era Aki, un joven que vivía junto a su abuela.
Iba en el adn de Ebina y Aki el llevarse mal, pero si no conseguían convivir el uno con el otro, el estar juntos, acabarían muriendo. Fue por eso, que sacando fuerzas de donde no había, Ebina emprendió la búsqueda de su primo Aki para asi seguir con vida. Aunque había días en los que prefería estar muerta antes que soportar a su primo.
Al cabo de los años acabaron conociendo a otro grupo de semidioses, al cual se unieron asi no estar solos ante la mera aventura que les era sobrevivir. También porque más de una vez, esos semidioses habían evitado que Ebina acabara con la vida de Aki durante una de las discusiones de ambos.
Tras separarse todos los semidioses debido a la perdida de uno de ellos, los dos primos tuvieron que continuar juntos, encontrando un nuevo lugar en el que vivir en Heavens Town.
CURIOSIDADES:
-Aunque rara vez lo hará, la semidiosa canta como los ángeles. Solo la encontrarás cantando si cree que está sola.
-En el fondo, aunque le cueste admitirlo muchísimo, le tiene mucho cariño a Aki, y ya no solo por la maldición, pero si le pasara algo, le dolería muchísimo.
FC: Kiko Mizuhara.
ESTADO: LIBRE.
![Imagen](/uploads/8/0/0/6/80064202/published/tumblr-oo40suh6fu1r7fhbao1-540.jpg?1614163037)
NOMBRE: Nadina Yudkovichova.
EDAD: 30 años.
ESPECIE: Semidiosa griega; hija de Atropos.
OCUPACIÓN: Pitonisa, tiene un negocio junto a sus hermanas.
HISTORIA: Nos situamos en Pushkin, Rusia, una ciudad cuanto menos acogedora y caracterizada por su esplendor. Aunque no es oro todo lo que reluce. En ella residía uno de los sicarios más experimentados del momento. Ganaba lo suficiente con su trabajo como para poder mantener una mansión, derrochando dinero por cada poro de su piel. Con una vida repleta de excesos, Sergey se marchaba de su hogar durante semanas, dejándola bajo la mano de sus criados. No era de extrañar que este fuera un excéntrico en toda regla. Fiestas que duraban semanas, no haciendo cuantía de la cantidad de gastos que podían provocar estas. Podía ser un sicario, pero él no estaba dispuesto a mantenerse en el anonimato, quería destacar. En cambio, la vida de Sergey estaba apunto de cambiar drásticamente. A la primera madre de una de sus tres hijas la conoció en el hotel donde se quedaba en una de sus misiones. Esta se acercó a él mientras bebía una copa, y Sergey quedó totalmente prendado de la mujer. A la segunda fue en una de sus famosas fiestas. Sergey no sabía ni quien era, ni por parte de quien había sido invitada, pero quedó cegado nuevamente, era como si no hubiera forma de resistirse a aquella atracción que sentía hacia la mujer. La tercera fue una que quería reunirse con él para contratarle. Sergey no solía consumar con personas que tuvieran que ver con el trabajo, pero de nuevo, como si fuera inevitable caer ante los encantos de la mujer que tenía frente a él, cayó. Le extrañó un poco que a la mañana al levantarse, esta hubiera desaparecido de la habitación del hotel donde se habían reunido. Al preguntar en recepción, no tenían recogido que en aquella habitación hubiese estado ninguna mujer, es más, constaba como que había sido él quien la había reservado. Aunque el sicario tampoco le dio mucha más importancia. Quien iba a decirle que aquellas mujeres habían sido las mismísimas Cloto, Láquesis y Átropos. Las moiras. Estas querían buscar su legado entre los humanos. Y habían elegido ni más ni menos que al sicario para que se encargara de criar aquel legado. Fue una sorpresa non grata para Sergey cuando, al cabo de los años, encontró a tres niñas de seis años, todas tres, frente a la puerta de su casa. Por suerte para este, sus criados se encargaron de criar a las niñas y él casi no tendría que lidiar con la educación de nadie. Las niñas se llamaban Dunia, Milena y Nadina. Estas habían sido criadas durante los primeros años de vida por sus respectivas madres para educarlas en el poder que tendría cada una. Las tres niñas, siempre juntas, conviviendo en armonía, fueron poco a poco experimentando ella aún más con sus poderes, y acabaron en convertirse en grandes aliadas para su padre. Sergey había encontrado en ellas un arma que le haría ganar muchísimo más dinero a costa de estas, aunque las hermanas no querían seguir con aquello. Ellas eran divinidades, no tenían porque andar matando a ningún mortal únicamente por dinero, servían para algo aún mayor. Tenían 17 años cuando se enfrentaron a su padre, y como era de esperar, Sergey no iba a aceptar una negativa, lo que acabó con su muerte, y estas, heredando todo el dinero del que había sido su padre. No se sabe como, pero llegó a oídos de estas la existencia de Heavens, al que no dudaron en acudir, llevándose todas sus riquezas con ellas y consiguiendo una mansión para vivir bastante valorada.
La hija de Atropos, ella tiene el poder un tanto menos físico que el de sus hermanas. Ella tiene el don de averiguar todo sobre la muerte de cierta persona. Dónde será, cómo y cuándo. En cambio se arriesga a que al contarlo el futuro de la muerte de quien sea cambien drásticamente, provocando así una alteración en el destino en general de la persona.
CURIOSIDADES: (A ELECCIÓN DEL USER)
FC: Teresa Palmer.
ESTADO: LIBRE.
EDAD: 30 años.
ESPECIE: Semidiosa griega; hija de Atropos.
OCUPACIÓN: Pitonisa, tiene un negocio junto a sus hermanas.
HISTORIA: Nos situamos en Pushkin, Rusia, una ciudad cuanto menos acogedora y caracterizada por su esplendor. Aunque no es oro todo lo que reluce. En ella residía uno de los sicarios más experimentados del momento. Ganaba lo suficiente con su trabajo como para poder mantener una mansión, derrochando dinero por cada poro de su piel. Con una vida repleta de excesos, Sergey se marchaba de su hogar durante semanas, dejándola bajo la mano de sus criados. No era de extrañar que este fuera un excéntrico en toda regla. Fiestas que duraban semanas, no haciendo cuantía de la cantidad de gastos que podían provocar estas. Podía ser un sicario, pero él no estaba dispuesto a mantenerse en el anonimato, quería destacar. En cambio, la vida de Sergey estaba apunto de cambiar drásticamente. A la primera madre de una de sus tres hijas la conoció en el hotel donde se quedaba en una de sus misiones. Esta se acercó a él mientras bebía una copa, y Sergey quedó totalmente prendado de la mujer. A la segunda fue en una de sus famosas fiestas. Sergey no sabía ni quien era, ni por parte de quien había sido invitada, pero quedó cegado nuevamente, era como si no hubiera forma de resistirse a aquella atracción que sentía hacia la mujer. La tercera fue una que quería reunirse con él para contratarle. Sergey no solía consumar con personas que tuvieran que ver con el trabajo, pero de nuevo, como si fuera inevitable caer ante los encantos de la mujer que tenía frente a él, cayó. Le extrañó un poco que a la mañana al levantarse, esta hubiera desaparecido de la habitación del hotel donde se habían reunido. Al preguntar en recepción, no tenían recogido que en aquella habitación hubiese estado ninguna mujer, es más, constaba como que había sido él quien la había reservado. Aunque el sicario tampoco le dio mucha más importancia. Quien iba a decirle que aquellas mujeres habían sido las mismísimas Cloto, Láquesis y Átropos. Las moiras. Estas querían buscar su legado entre los humanos. Y habían elegido ni más ni menos que al sicario para que se encargara de criar aquel legado. Fue una sorpresa non grata para Sergey cuando, al cabo de los años, encontró a tres niñas de seis años, todas tres, frente a la puerta de su casa. Por suerte para este, sus criados se encargaron de criar a las niñas y él casi no tendría que lidiar con la educación de nadie. Las niñas se llamaban Dunia, Milena y Nadina. Estas habían sido criadas durante los primeros años de vida por sus respectivas madres para educarlas en el poder que tendría cada una. Las tres niñas, siempre juntas, conviviendo en armonía, fueron poco a poco experimentando ella aún más con sus poderes, y acabaron en convertirse en grandes aliadas para su padre. Sergey había encontrado en ellas un arma que le haría ganar muchísimo más dinero a costa de estas, aunque las hermanas no querían seguir con aquello. Ellas eran divinidades, no tenían porque andar matando a ningún mortal únicamente por dinero, servían para algo aún mayor. Tenían 17 años cuando se enfrentaron a su padre, y como era de esperar, Sergey no iba a aceptar una negativa, lo que acabó con su muerte, y estas, heredando todo el dinero del que había sido su padre. No se sabe como, pero llegó a oídos de estas la existencia de Heavens, al que no dudaron en acudir, llevándose todas sus riquezas con ellas y consiguiendo una mansión para vivir bastante valorada.
La hija de Atropos, ella tiene el poder un tanto menos físico que el de sus hermanas. Ella tiene el don de averiguar todo sobre la muerte de cierta persona. Dónde será, cómo y cuándo. En cambio se arriesga a que al contarlo el futuro de la muerte de quien sea cambien drásticamente, provocando así una alteración en el destino en general de la persona.
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NOMBRE: Milena Yudkovichova.
EDAD: 30 años.
ESPECIE: Semidiosa griega; hija de Laquesis.
OCUPACIÓN: Pitonisa, tiene un negocio junto a sus hermanas.
HISTORIA: Nos situamos en Pushkin, Rusia, una ciudad cuanto menos acogedora y caracterizada por su esplendor. Aunque no es oro todo lo que reluce. En ella residía uno de los sicarios más experimentados del momento. Ganaba lo suficiente con su trabajo como para poder mantener una mansión, derrochando dinero por cada poro de su piel. Con una vida repleta de excesos, Sergey se marchaba de su hogar durante semanas, dejándola bajo la mano de sus criados. No era de extrañar que este fuera un excéntrico en toda regla. Fiestas que duraban semanas, no haciendo cuantía de la cantidad de gastos que podían provocar estas. Podía ser un sicario, pero él no estaba dispuesto a mantenerse en el anonimato, quería destacar. En cambio, la vida de Sergey estaba apunto de cambiar drásticamente. A la primera madre de una de sus tres hijas la conoció en el hotel donde se quedaba en una de sus misiones. Esta se acercó a él mientras bebía una copa, y Sergey quedó totalmente prendado de la mujer. A la segunda fue en una de sus famosas fiestas. Sergey no sabía ni quien era, ni por parte de quien había sido invitada, pero quedó cegado nuevamente, era como si no hubiera forma de resistirse a aquella atracción que sentía hacia la mujer. La tercera fue una que quería reunirse con él para contratarle. Sergey no solía consumar con personas que tuvieran que ver con el trabajo, pero de nuevo, como si fuera inevitable caer ante los encantos de la mujer que tenía frente a él, cayó. Le extrañó un poco que a la mañana al levantarse, esta hubiera desaparecido de la habitación del hotel donde se habían reunido. Al preguntar en recepción, no tenían recogido que en aquella habitación hubiese estado ninguna mujer, es más, constaba como que había sido él quien la había reservado. Aunque el sicario tampoco le dio mucha más importancia. Quien iba a decirle que aquellas mujeres habían sido las mismísimas Cloto, Láquesis y Átropos. Las moiras. Estas querían buscar su legado entre los humanos. Y habían elegido ni más ni menos que al sicario para que se encargara de criar aquel legado. Fue una sorpresa non grata para Sergey cuando, al cabo de los años, encontró a tres niñas de seis años, todas tres, frente a la puerta de su casa. Por suerte para este, sus criados se encargaron de criar a las niñas y él casi no tendría que lidiar con la educación de nadie. Las niñas se llamaban Dunia, Milena y Nadina. Estas habían sido criadas durante los primeros años de vida por sus respectivas madres para educarlas en el poder que tendría cada una. Las tres niñas, siempre juntas, conviviendo en armonía, fueron poco a poco experimentando ella aún más con sus poderes, y acabaron en convertirse en grandes aliadas para su padre. Sergey había encontrado en ellas un arma que le haría ganar muchísimo más dinero a costa de estas, aunque las hermanas no querían seguir con aquello. Ellas eran divinidades, no tenían porque andar matando a ningún mortal únicamente por dinero, servían para algo aún mayor. Tenían 17 años cuando se enfrentaron a su padre, y como era de esperar, Sergey no iba a aceptar una negativa, lo que acabó con su muerte, y estas, heredando todo el dinero del que había sido su padre. No se sabe como, pero llegó a oídos de estas la existencia de Heavens, al que no dudaron en acudir, llevándose todas sus riquezas con ellas y consiguiendo una mansión para vivir bastante valorada.
Es la hija de Láquesis, Milena tiene el poder de absorber energías vitales de las personas, pero, estas pasan a ser directamente absorbidas a las suyas propias, así que, en el momento que las energías que ha absorbido sobrepasen las suyas, Milena muere consumida por su propio poder. Si por ejemplo, está es herida, tiene que absorber las energías de alguien equivalente al daño que ha sufrido, dejando a esa persona en el estado que ella había estado previamente.
CURIOSIDADES: (A ELECCIÓN DEL USER)
FC: Gabriella Wilde.
ESTADO: LIBRE.
EDAD: 30 años.
ESPECIE: Semidiosa griega; hija de Laquesis.
OCUPACIÓN: Pitonisa, tiene un negocio junto a sus hermanas.
HISTORIA: Nos situamos en Pushkin, Rusia, una ciudad cuanto menos acogedora y caracterizada por su esplendor. Aunque no es oro todo lo que reluce. En ella residía uno de los sicarios más experimentados del momento. Ganaba lo suficiente con su trabajo como para poder mantener una mansión, derrochando dinero por cada poro de su piel. Con una vida repleta de excesos, Sergey se marchaba de su hogar durante semanas, dejándola bajo la mano de sus criados. No era de extrañar que este fuera un excéntrico en toda regla. Fiestas que duraban semanas, no haciendo cuantía de la cantidad de gastos que podían provocar estas. Podía ser un sicario, pero él no estaba dispuesto a mantenerse en el anonimato, quería destacar. En cambio, la vida de Sergey estaba apunto de cambiar drásticamente. A la primera madre de una de sus tres hijas la conoció en el hotel donde se quedaba en una de sus misiones. Esta se acercó a él mientras bebía una copa, y Sergey quedó totalmente prendado de la mujer. A la segunda fue en una de sus famosas fiestas. Sergey no sabía ni quien era, ni por parte de quien había sido invitada, pero quedó cegado nuevamente, era como si no hubiera forma de resistirse a aquella atracción que sentía hacia la mujer. La tercera fue una que quería reunirse con él para contratarle. Sergey no solía consumar con personas que tuvieran que ver con el trabajo, pero de nuevo, como si fuera inevitable caer ante los encantos de la mujer que tenía frente a él, cayó. Le extrañó un poco que a la mañana al levantarse, esta hubiera desaparecido de la habitación del hotel donde se habían reunido. Al preguntar en recepción, no tenían recogido que en aquella habitación hubiese estado ninguna mujer, es más, constaba como que había sido él quien la había reservado. Aunque el sicario tampoco le dio mucha más importancia. Quien iba a decirle que aquellas mujeres habían sido las mismísimas Cloto, Láquesis y Átropos. Las moiras. Estas querían buscar su legado entre los humanos. Y habían elegido ni más ni menos que al sicario para que se encargara de criar aquel legado. Fue una sorpresa non grata para Sergey cuando, al cabo de los años, encontró a tres niñas de seis años, todas tres, frente a la puerta de su casa. Por suerte para este, sus criados se encargaron de criar a las niñas y él casi no tendría que lidiar con la educación de nadie. Las niñas se llamaban Dunia, Milena y Nadina. Estas habían sido criadas durante los primeros años de vida por sus respectivas madres para educarlas en el poder que tendría cada una. Las tres niñas, siempre juntas, conviviendo en armonía, fueron poco a poco experimentando ella aún más con sus poderes, y acabaron en convertirse en grandes aliadas para su padre. Sergey había encontrado en ellas un arma que le haría ganar muchísimo más dinero a costa de estas, aunque las hermanas no querían seguir con aquello. Ellas eran divinidades, no tenían porque andar matando a ningún mortal únicamente por dinero, servían para algo aún mayor. Tenían 17 años cuando se enfrentaron a su padre, y como era de esperar, Sergey no iba a aceptar una negativa, lo que acabó con su muerte, y estas, heredando todo el dinero del que había sido su padre. No se sabe como, pero llegó a oídos de estas la existencia de Heavens, al que no dudaron en acudir, llevándose todas sus riquezas con ellas y consiguiendo una mansión para vivir bastante valorada.
Es la hija de Láquesis, Milena tiene el poder de absorber energías vitales de las personas, pero, estas pasan a ser directamente absorbidas a las suyas propias, así que, en el momento que las energías que ha absorbido sobrepasen las suyas, Milena muere consumida por su propio poder. Si por ejemplo, está es herida, tiene que absorber las energías de alguien equivalente al daño que ha sufrido, dejando a esa persona en el estado que ella había estado previamente.
CURIOSIDADES: (A ELECCIÓN DEL USER)
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NOMBRE: Dunia Yudkovichova.
EDAD: 30 años.
ESPECIE: Semidiosa griega; hija de Cloto.
OCUPACIÓN: Pitonisa, tiene un negocio junto a sus hermanas.
HISTORIA: Nos situamos en Pushkin, Rusia, una ciudad cuanto menos acogedora y caracterizada por su esplendor. Aunque no es oro todo lo que reluce. En ella residía uno de los sicarios más experimentados del momento. Ganaba lo suficiente con su trabajo como para poder mantener una mansión, derrochando dinero por cada poro de su piel. Con una vida repleta de excesos, Sergey se marchaba de su hogar durante semanas, dejándola bajo la mano de sus criados. No era de extrañar que este fuera un excéntrico en toda regla. Fiestas que duraban semanas, no haciendo cuantía de la cantidad de gastos que podían provocar estas. Podía ser un sicario, pero él no estaba dispuesto a mantenerse en el anonimato, quería destacar. En cambio, la vida de Sergey estaba apunto de cambiar drásticamente. A la primera madre de una de sus tres hijas la conoció en el hotel donde se quedaba en una de sus misiones. Esta se acercó a él mientras bebía una copa, y Sergey quedó totalmente prendado de la mujer. A la segunda fue en una de sus famosas fiestas. Sergey no sabía ni quien era, ni por parte de quien había sido invitada, pero quedó cegado nuevamente, era como si no hubiera forma de resistirse a aquella atracción que sentía hacia la mujer. La tercera fue una que quería reunirse con él para contratarle. Sergey no solía consumar con personas que tuvieran que ver con el trabajo, pero de nuevo, como si fuera inevitable caer ante los encantos de la mujer que tenía frente a él, cayó. Le extrañó un poco que a la mañana al levantarse, esta hubiera desaparecido de la habitación del hotel donde se habían reunido. Al preguntar en recepción, no tenían recogido que en aquella habitación hubiese estado ninguna mujer, es más, constaba como que había sido él quien la había reservado. Aunque el sicario tampoco le dio mucha más importancia. Quien iba a decirle que aquellas mujeres habían sido las mismísimas Cloto, Láquesis y Átropos. Las moiras. Estas querían buscar su legado entre los humanos. Y habían elegido ni más ni menos que al sicario para que se encargara de criar aquel legado. Fue una sorpresa non grata para Sergey cuando, al cabo de los años, encontró a tres niñas de seis años, todas tres, frente a la puerta de su casa. Por suerte para este, sus criados se encargaron de criar a las niñas y él casi no tendría que lidiar con la educación de nadie. Las niñas se llamaban Dunia, Milena y Nadina. Estas habían sido criadas durante los primeros años de vida por sus respectivas madres para educarlas en el poder que tendría cada una. Las tres niñas, siempre juntas, conviviendo en armonía, fueron poco a poco experimentando ella aún más con sus poderes, y acabaron en convertirse en grandes aliadas para su padre. Sergey había encontrado en ellas un arma que le haría ganar muchísimo más dinero a costa de estas, aunque las hermanas no querían seguir con aquello. Ellas eran divinidades, no tenían porque andar matando a ningún mortal únicamente por dinero, servían para algo aún mayor. Tenían 17 años cuando se enfrentaron a su padre, y como era de esperar, Sergey no iba a aceptar una negativa, lo que acabó con su muerte, y estas, heredando todo el dinero del que había sido su padre. No se sabe como, pero llegó a oídos de estas la existencia de Heavens, al que no dudaron en acudir, llevándose todas sus riquezas con ellas y consiguiendo una mansión para vivir bastante valorada.
Dunia es la hija de Cloto, la menor de las moiras. Cloto sostenía los hilos de la vida, siendo representados con materiales distintos dependiendo de la riqueza que poseyera la persona en cuestión. Dunia en cambio no juzga a las personas por su riqueza. Esta posee el poder de, al tocar a una persona, no solo ver todo lo bueno o malo que ha hecho en la vida, si no que dependiendo del juicio de esta de si ha sido alguien bueno o todo lo contrario, puede ir acabando con su vida muy poco a poco, o por el contrario, sanarle, tanto cuanto dure el contacto. En cambio está muy concienciada con su poder, y no suele usarlo asi como asi.
CURIOSIDADES: (A ELECCIÓN DEL USER)
FC: Elizabeth Lail.
ESTADO: LIBRE.
EDAD: 30 años.
ESPECIE: Semidiosa griega; hija de Cloto.
OCUPACIÓN: Pitonisa, tiene un negocio junto a sus hermanas.
HISTORIA: Nos situamos en Pushkin, Rusia, una ciudad cuanto menos acogedora y caracterizada por su esplendor. Aunque no es oro todo lo que reluce. En ella residía uno de los sicarios más experimentados del momento. Ganaba lo suficiente con su trabajo como para poder mantener una mansión, derrochando dinero por cada poro de su piel. Con una vida repleta de excesos, Sergey se marchaba de su hogar durante semanas, dejándola bajo la mano de sus criados. No era de extrañar que este fuera un excéntrico en toda regla. Fiestas que duraban semanas, no haciendo cuantía de la cantidad de gastos que podían provocar estas. Podía ser un sicario, pero él no estaba dispuesto a mantenerse en el anonimato, quería destacar. En cambio, la vida de Sergey estaba apunto de cambiar drásticamente. A la primera madre de una de sus tres hijas la conoció en el hotel donde se quedaba en una de sus misiones. Esta se acercó a él mientras bebía una copa, y Sergey quedó totalmente prendado de la mujer. A la segunda fue en una de sus famosas fiestas. Sergey no sabía ni quien era, ni por parte de quien había sido invitada, pero quedó cegado nuevamente, era como si no hubiera forma de resistirse a aquella atracción que sentía hacia la mujer. La tercera fue una que quería reunirse con él para contratarle. Sergey no solía consumar con personas que tuvieran que ver con el trabajo, pero de nuevo, como si fuera inevitable caer ante los encantos de la mujer que tenía frente a él, cayó. Le extrañó un poco que a la mañana al levantarse, esta hubiera desaparecido de la habitación del hotel donde se habían reunido. Al preguntar en recepción, no tenían recogido que en aquella habitación hubiese estado ninguna mujer, es más, constaba como que había sido él quien la había reservado. Aunque el sicario tampoco le dio mucha más importancia. Quien iba a decirle que aquellas mujeres habían sido las mismísimas Cloto, Láquesis y Átropos. Las moiras. Estas querían buscar su legado entre los humanos. Y habían elegido ni más ni menos que al sicario para que se encargara de criar aquel legado. Fue una sorpresa non grata para Sergey cuando, al cabo de los años, encontró a tres niñas de seis años, todas tres, frente a la puerta de su casa. Por suerte para este, sus criados se encargaron de criar a las niñas y él casi no tendría que lidiar con la educación de nadie. Las niñas se llamaban Dunia, Milena y Nadina. Estas habían sido criadas durante los primeros años de vida por sus respectivas madres para educarlas en el poder que tendría cada una. Las tres niñas, siempre juntas, conviviendo en armonía, fueron poco a poco experimentando ella aún más con sus poderes, y acabaron en convertirse en grandes aliadas para su padre. Sergey había encontrado en ellas un arma que le haría ganar muchísimo más dinero a costa de estas, aunque las hermanas no querían seguir con aquello. Ellas eran divinidades, no tenían porque andar matando a ningún mortal únicamente por dinero, servían para algo aún mayor. Tenían 17 años cuando se enfrentaron a su padre, y como era de esperar, Sergey no iba a aceptar una negativa, lo que acabó con su muerte, y estas, heredando todo el dinero del que había sido su padre. No se sabe como, pero llegó a oídos de estas la existencia de Heavens, al que no dudaron en acudir, llevándose todas sus riquezas con ellas y consiguiendo una mansión para vivir bastante valorada.
Dunia es la hija de Cloto, la menor de las moiras. Cloto sostenía los hilos de la vida, siendo representados con materiales distintos dependiendo de la riqueza que poseyera la persona en cuestión. Dunia en cambio no juzga a las personas por su riqueza. Esta posee el poder de, al tocar a una persona, no solo ver todo lo bueno o malo que ha hecho en la vida, si no que dependiendo del juicio de esta de si ha sido alguien bueno o todo lo contrario, puede ir acabando con su vida muy poco a poco, o por el contrario, sanarle, tanto cuanto dure el contacto. En cambio está muy concienciada con su poder, y no suele usarlo asi como asi.
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FC: Elizabeth Lail.
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