Disfrazada como un valle escarpado y peligroso al fondo del cual sólo se ven las ruinas de lo que parece una antigua fortaleza, rodeado de espesos bosques y altas montañas por entre las cuales se puede divisar una pequeña salida al mar, se encuentra la ciudad de Heaven’s Town, en la que todo aquel que posea una sola gota de sangre mágica puede entrar.
En la ciudad vive un buen número de sobrenaturales de diferentes especies que conviven más o menos en armonía, ya que, a pesar de que todos están allí por el mismo motivo, siguen teniendo sus diferencias. Dentro de cada especie hay una jerarquía, estando en la cabeza los líderes de la especie en cuestión, seguidos por sus respectivos ayudantes, el jefe o jefa del escuadrón de centinelas y, por último, el jefe o jefa del escuadrón de guerreros. Por encima de todos ellos, está la dríada.
La ciudad es como cualquier otra ciudad del mundo. Tiene extensos parques, numerosas tiendas, locales de ocio que pueden ser tanto colectivos como exclusivos o para pensados para algunas especies en concreto, etc. Por supuesto también dispone de un hospital, colegio, instituto y hasta universidad. Está perfectamente adaptada para que los sobrenaturales puedan llevar allí la vida que más les plazca. Pero también tiene lugares peligrosos y que no todos los sobrenaturales deben frecuentar. Lo que es una ciudad al uso de toda la vida. Justo en el centro de la ciudad, en la plaza central, se encuentra el Gran Roble, un árbol mágico que pertenece a la dríada y que produce la barrera mágica que rodea a la ciudad. Por último, hay barrios algunos barrios residenciales que están asignados según la especie. Los líderes dispusieron esta división para que no hubiese problemas entre las razas al vivir mezcladas ya que, si bien muchos son tolerantes, hay algunos que no lo son y no les gusta mezclarse con seres de otra especie. Por supuesto, cada cual puede vivir donde quiera.
En cuanto a los alrededores, la ciudad está rodeada por espesos bosques también protegidos por la barrera y que pertenecen a todo el mundo, no hay zonas asignadas a ninguna especie ni límites, pero también tiene sus secretos así que es mejor no aventurarse solo ni a lo loco. El punto débil de la ciudad es la playa, ya que la barrera no llega por debajo del agua, por eso las sirenas y tritones se encargan de defender la zona.
En la ciudad vive un buen número de sobrenaturales de diferentes especies que conviven más o menos en armonía, ya que, a pesar de que todos están allí por el mismo motivo, siguen teniendo sus diferencias. Dentro de cada especie hay una jerarquía, estando en la cabeza los líderes de la especie en cuestión, seguidos por sus respectivos ayudantes, el jefe o jefa del escuadrón de centinelas y, por último, el jefe o jefa del escuadrón de guerreros. Por encima de todos ellos, está la dríada.
La ciudad es como cualquier otra ciudad del mundo. Tiene extensos parques, numerosas tiendas, locales de ocio que pueden ser tanto colectivos como exclusivos o para pensados para algunas especies en concreto, etc. Por supuesto también dispone de un hospital, colegio, instituto y hasta universidad. Está perfectamente adaptada para que los sobrenaturales puedan llevar allí la vida que más les plazca. Pero también tiene lugares peligrosos y que no todos los sobrenaturales deben frecuentar. Lo que es una ciudad al uso de toda la vida. Justo en el centro de la ciudad, en la plaza central, se encuentra el Gran Roble, un árbol mágico que pertenece a la dríada y que produce la barrera mágica que rodea a la ciudad. Por último, hay barrios algunos barrios residenciales que están asignados según la especie. Los líderes dispusieron esta división para que no hubiese problemas entre las razas al vivir mezcladas ya que, si bien muchos son tolerantes, hay algunos que no lo son y no les gusta mezclarse con seres de otra especie. Por supuesto, cada cual puede vivir donde quiera.
En cuanto a los alrededores, la ciudad está rodeada por espesos bosques también protegidos por la barrera y que pertenecen a todo el mundo, no hay zonas asignadas a ninguna especie ni límites, pero también tiene sus secretos así que es mejor no aventurarse solo ni a lo loco. El punto débil de la ciudad es la playa, ya que la barrera no llega por debajo del agua, por eso las sirenas y tritones se encargan de defender la zona.