Los ángeles son seres celestiales enviados por una deidad para cuidar, vengar o juzgar las injusticas que se producen en el mundo. Estos son verdaderas autoridades de la moral y la ética, y han existido desde el nacimiento de los dioses. Con el tiempo se mezclaron con los humanos y hasta podían tener descendencia con ellos.
Los ángeles son eficaces y poderosos intermediarios. Son la conciencia y, en cierto modo, el ente físico que se encarga de llevar a cabo todo lo que el dios o diosa en cuestión necesita ejecutar. Son La Autoridad, por así decirlo.
Es lógico pensar que estos seres poseen un gran poder, pero hay mucho más. Su fuerza y gracia son celestiales, divinas. No necesitan hablar, aunque lo hagan, y no necesitan luchar, aunque porten armas arcanas. Su mera presencia es una revelación que despeja la mente y el espíritu. Suelen aparecer bajo la forma de un humano, hombre o mujer, de características claras aunque siempre hay excepciones. La única característica física común en todos ellos son las alas.
El aura de los ángeles es una de sus cualidades más llamativas. Cuando un ángel se manifiesta, su aura es de pura bondad y sus ojos se muestran comprensivos y llenos de amor. Si el ángel debe tomar una actitud más correctora, su aura se transforma en un amplio halo luminoso de protección para sí mismo y para las criaturas de buen corazón que estén presenten. Si el ángel debe mostrarse hostil ante una criatura malvada, su aura se convierte en halo amenazador sediento de justicia al que muy pocas criaturas malvadas escapan, ya que debilita y merma la voluntad.
Presentan también la capacidad de atravesar la oscuridad y la penumbra con su mente, permitiendo a sus ojos ver todo lo que esconden las sombras. Los ángeles procuran no hacer nunca daño. Es raro que luchen contra un enemigo y, si lo hacen, usan su poder para neutralizar, no para dañar. Sin embargo, si su oponente es realmente malvado, pueden provocar la temida ira del ángel en cuestión. Son capaces de contemplar el alma de los demás y de la sanación de heridas, ya sea a ellos mismos o al resto. Se pueden volver invisibles durante un corto período de tiempo y tienen el don de la clarividencia: ven retazos de un futuro no muy lejano, generalmente de situaciones de peligro. Son visiones poco claras y de poca duración.
Su naturaleza viene de ser los enviados de los antiguos dioses para guardar la paz entre todas las especies -incluidos los humanos-, pero, como no lo consiguieron, decidieron al menos salvar a los sobrenaturales, llevándolos a Heaven’s Town.
Están divididos por la jerarquía angelical, por eso encontramos dos clases diferentes de ángeles.
A partir de ahora (nota: leer trama 4), pueden penetrar en la mente de la gente, excepto en la mente de los caídos. Necesitan mucha energía para hacer esto lo cual, en muchas ocasiones, los deja sin fuerzas.
Altos cargos:
―Líderes: Jaime Arnold y Hazel Coleman.
―Ayudantes de los líderes: Haniel y (libre).
―Jefe del escuadrón de centinelas: (Libre).
―Jefe del escuadrón de guerreros: (libre).
Los ángeles son eficaces y poderosos intermediarios. Son la conciencia y, en cierto modo, el ente físico que se encarga de llevar a cabo todo lo que el dios o diosa en cuestión necesita ejecutar. Son La Autoridad, por así decirlo.
Es lógico pensar que estos seres poseen un gran poder, pero hay mucho más. Su fuerza y gracia son celestiales, divinas. No necesitan hablar, aunque lo hagan, y no necesitan luchar, aunque porten armas arcanas. Su mera presencia es una revelación que despeja la mente y el espíritu. Suelen aparecer bajo la forma de un humano, hombre o mujer, de características claras aunque siempre hay excepciones. La única característica física común en todos ellos son las alas.
El aura de los ángeles es una de sus cualidades más llamativas. Cuando un ángel se manifiesta, su aura es de pura bondad y sus ojos se muestran comprensivos y llenos de amor. Si el ángel debe tomar una actitud más correctora, su aura se transforma en un amplio halo luminoso de protección para sí mismo y para las criaturas de buen corazón que estén presenten. Si el ángel debe mostrarse hostil ante una criatura malvada, su aura se convierte en halo amenazador sediento de justicia al que muy pocas criaturas malvadas escapan, ya que debilita y merma la voluntad.
Presentan también la capacidad de atravesar la oscuridad y la penumbra con su mente, permitiendo a sus ojos ver todo lo que esconden las sombras. Los ángeles procuran no hacer nunca daño. Es raro que luchen contra un enemigo y, si lo hacen, usan su poder para neutralizar, no para dañar. Sin embargo, si su oponente es realmente malvado, pueden provocar la temida ira del ángel en cuestión. Son capaces de contemplar el alma de los demás y de la sanación de heridas, ya sea a ellos mismos o al resto. Se pueden volver invisibles durante un corto período de tiempo y tienen el don de la clarividencia: ven retazos de un futuro no muy lejano, generalmente de situaciones de peligro. Son visiones poco claras y de poca duración.
Su naturaleza viene de ser los enviados de los antiguos dioses para guardar la paz entre todas las especies -incluidos los humanos-, pero, como no lo consiguieron, decidieron al menos salvar a los sobrenaturales, llevándolos a Heaven’s Town.
Están divididos por la jerarquía angelical, por eso encontramos dos clases diferentes de ángeles.
A partir de ahora (nota: leer trama 4), pueden penetrar en la mente de la gente, excepto en la mente de los caídos. Necesitan mucha energía para hacer esto lo cual, en muchas ocasiones, los deja sin fuerzas.
Altos cargos:
―Líderes: Jaime Arnold y Hazel Coleman.
―Ayudantes de los líderes: Haniel y (libre).
―Jefe del escuadrón de centinelas: (Libre).
―Jefe del escuadrón de guerreros: (libre).