¿Qué pasaría todas las leyendas que hablan de seres mágicos fueran ciertas? Sería muy extraño, ¿verdad? Pensar que toda tu vida has vivido rodeado de esas criaturas de las que se hablan en las historias del cine y en los cuentos de los niños, te hace pensar por un momento que has perdido la razón. Pero no. Esos seres son reales y llevan en el mundo mucho más tiempo que cualquier humano en la historia.
Hace milenios, mucho antes de que la civilización como tal existiese, el mundo estaba plagado de criaturas mágicas que convivían en armonía, o al menos lo intentaban, porque también existía la maldad en aquellos tiempos tan remotos, en los que estaban gobernados por los dioses antiguos.
La vida era tranquila, hasta que comenzaron las rencillas entre las distintas especies existentes, algunas por poder y otras por territorio. Al principio eran unos asuntos que se podían arreglar de una forma relativamente pacífica, pero pronto se abandonaron los acuerdos, las treguas y las palabras, y estallaron las guerras entre unos y otros. Se masacraron ciudades y aldeas enteras con tal de conseguir el poder absoluto, pero nadie tuvo en cuenta que ese poder solo lo tenían los dioses: estos, como castigo, crearon a los humanos y les dieron el conocimiento necesario para acabar con los seres mágicos. Muchos se extinguieron, y pocos consiguieron escapar.
Desde aquel entonces los seres viven escondidos, mientras los humanos imperan en el planeta.
Las pocas criaturas que consiguieron sobrevivir buscaron lugares seguros y alejados donde poder seguir con sus vidas en paz, pero esos lugares siempre eran destruidos por los humanos, que aún cumplían el mandato que los dioses encargaron a los primeros humanos. Todo parecía indicar que los sobrenaturales estaban condenados a extinguirse pero pronto llegaron los rumores acerca de una ciudad en la que podrían refugiarse.
Muchos de los sobrenaturales fueron reacios a creer las noticias que llegaban sobre aquel lugar, tanto tiempo huyendo les había hecho desconfiar hasta de su propia sombra, pero otros decidieron embarcarse en la búsqueda de aquella ciudad y dieron con Heaven's Town, una ciudad fundada por la única dríada que quedaba en la región.
Heaven, la fundadora de la ciudad, había decidido crear un lugar seguro para los sobrenaturales cuando su colonia de dríadas fue exterminada por los humanos. Para ello, creó una especie de barrera mágica con la que protegería tanto a la ciudad como a sus habitantes, ya que sólo dejaría cruzar a aquellos que poseyeran sangre mágica y además crearía una ilusión para esconder la ciudad. Pero que intentara proteger a los sobrenaturales de los problemas externos no significaba que pudiera hacerlo de los problemas internos. Además, la ciudad se creó a espaldas de los dioses y eso supuso un acto de rebelión que no perdonarían fácilmente, puesto que aún seguían enfurecidos con los sobrenaturales por las guerras causadas en el pasado y consideraban que aún no habían tenido castigo suficiente.
Hace milenios, mucho antes de que la civilización como tal existiese, el mundo estaba plagado de criaturas mágicas que convivían en armonía, o al menos lo intentaban, porque también existía la maldad en aquellos tiempos tan remotos, en los que estaban gobernados por los dioses antiguos.
La vida era tranquila, hasta que comenzaron las rencillas entre las distintas especies existentes, algunas por poder y otras por territorio. Al principio eran unos asuntos que se podían arreglar de una forma relativamente pacífica, pero pronto se abandonaron los acuerdos, las treguas y las palabras, y estallaron las guerras entre unos y otros. Se masacraron ciudades y aldeas enteras con tal de conseguir el poder absoluto, pero nadie tuvo en cuenta que ese poder solo lo tenían los dioses: estos, como castigo, crearon a los humanos y les dieron el conocimiento necesario para acabar con los seres mágicos. Muchos se extinguieron, y pocos consiguieron escapar.
Desde aquel entonces los seres viven escondidos, mientras los humanos imperan en el planeta.
Las pocas criaturas que consiguieron sobrevivir buscaron lugares seguros y alejados donde poder seguir con sus vidas en paz, pero esos lugares siempre eran destruidos por los humanos, que aún cumplían el mandato que los dioses encargaron a los primeros humanos. Todo parecía indicar que los sobrenaturales estaban condenados a extinguirse pero pronto llegaron los rumores acerca de una ciudad en la que podrían refugiarse.
Muchos de los sobrenaturales fueron reacios a creer las noticias que llegaban sobre aquel lugar, tanto tiempo huyendo les había hecho desconfiar hasta de su propia sombra, pero otros decidieron embarcarse en la búsqueda de aquella ciudad y dieron con Heaven's Town, una ciudad fundada por la única dríada que quedaba en la región.
Heaven, la fundadora de la ciudad, había decidido crear un lugar seguro para los sobrenaturales cuando su colonia de dríadas fue exterminada por los humanos. Para ello, creó una especie de barrera mágica con la que protegería tanto a la ciudad como a sus habitantes, ya que sólo dejaría cruzar a aquellos que poseyeran sangre mágica y además crearía una ilusión para esconder la ciudad. Pero que intentara proteger a los sobrenaturales de los problemas externos no significaba que pudiera hacerlo de los problemas internos. Además, la ciudad se creó a espaldas de los dioses y eso supuso un acto de rebelión que no perdonarían fácilmente, puesto que aún seguían enfurecidos con los sobrenaturales por las guerras causadas en el pasado y consideraban que aún no habían tenido castigo suficiente.